Victorio era fanático de
los asados y de las milanesas a caballo.
Un día acompañó a disgusto a su
novia Justina a una feria orgánica instalada justo detrás de un circo. Allí vendían
productos naturales, repudiaban la matanza salvaje y la explotación del reino
animal.
Cerca del lugar, la puerta de una jaula quedó abierta por descuido. De
pronto, los visitantes de la feria comenzaron a correr despavoridos.
Victorio tuvo que
colaborar con los bomberos para reunir lo que había quedado de Justina.
Muertos en vida
Con el tiempo nos vamos
descomponiendo como cadáveres animados.
Damos
arañazos desesperados ante opresores maderos.
Atrapados en un
ataúd redondo que no deja de girar y observa cómo nos vamos agusanando de pies
a cabeza hasta transformarnos en polvo.
Vocación
Mi
padre estaba sacando el auto para llevarlo al taller. Me fastidiaba quedarme
encerrado en aquel silencioso enero de pueblo que estaba volviéndome loco de
preguntas, así que me fui con él.
Un tufo a grasa, a nafta y a
humo de camión nos recibía, mientras mis pupilas vírgenes deambulaban curiosas
entre almanaques de mujeres desnudas. Mi padre y el mecánico me miraban con aires
cómplices. De pronto un calendario en particular me deslumbró. Había en él un
barullo de pelos color oro lloviendo sobre dos pechos enormes, intentando
cubrir a unas aureolas moradas con un botón rojo en el medio. Era una melena
tan tupida, tan bien formada, que parecía plasmada por el más perfecto
pintor. Bajé la vista y debajo del
ombligo de la mujer me topé con algo similar a una almeja de ésas que mi abuela
acomodaba en los platos de paella valenciana, que nunca probé porque sentía la
misma repulsión que ahora.
Entonces ese mismo día descubrí
entre otras cosas que había nacido para ser peluquero.
El bicho que borró el hambre de un plumazo
Nadie
puede creer que esa rata con alas y dientes afilados fuera la causa de
semejante revuelo.
Desde
entonces no se habla más que de él y de los millones de víctimas que se llevó.
Ahora
nadie nombra a los marginados del mundo, como si ese bicho detestable los
hubiera borrado de la faz de la tierra.
El romance más hermoso de la tierra
Lo primero fue ella.
Suspendida entre palabras y cadencias que
flotaban en el aire desplegó alas y reptó por los cielos en busca de ese amor
que, le dijeron, hablaba con la luna. Que el nombre le venía del canto, de la música,
del conjuro, del hechizo. Que con su belleza iluminaba el firmamento de quiénes
volteaban la mirada al infinito.
Después
de tantas noches y tantos siglos por fin se cruzaron. Se encontraron frente a
frente. Solas en el mundo para no separarse jamás. Para ponerle voz a los
pájaros. Para que sobreviva la sangre de un pueblo que fluye en un grito
desaforado. Para que ambas, ella y la poesía reciten el romance más hermoso que
se haya escuchado sobre la tierra.
Incompleta
Ella aprovechó la recomendación del
ministro de salud de tener sexo virtual durante el aislamiento y dio rienda
suelta a sus fantasías reprimidas con alguien de Tinder.
Los amantes cibernéticos se abandonaron
a fogosas citas. Ella mostraba unos ojos encendidos, una boca que aullaba de
deseo, unos generosos pechos que levantaba como trofeos, y a veces bajaba la
cámara para dejar ver un sexo húmedo y dichoso. Pero siempre se encontraba incompleta.
Sentía que engañaba al amante, que algo de ella no estaba en escena, mientras él
se entregaba a disfrutar, exhibiéndose erecto y satisfecho.
La cuarentena finalizó. El propuso un
encuentro piel a piel. Ella sintió la presión y no supo excusarse. Desde la
cama escuchó a su madre llamarla para desayunar. Apagó la cámara y se dirigió a
la sala con la pierna ortopédica ya puesta.
Sueño
ancestral
-Camino descalzo bajo el primer sol
y la última luna. Exóticas plumas y piedras preciosas adornan mi cabeza, un
trozo de cuero oculta mi desnudez, mi frente y mis mejillas reflejan los
colores de la naturaleza. Llevo una lanza para atrapar peces y permanezco al
costado del mar danzando en completa armonía.
De pronto, a lo lejos, tres enormes barcos se
acercan. Corro asustado.
Los
barcos logran meterse en mi tierra y escupen extraños hombrecitos barbudos
cubiertos con oscuras túnicas.
Se
abalanzan y comienzan a sacarnos nuestras vestimentas y a taparnos con las
suyas, llaman a las cosas con otro nombre, apagan el sol y la luna que nos
hacían danzar y en su lugar clavan una cruz que nos obliga a mirar hacia otro
cielo.
-¡Joaquín!,
¡Joaquín! despierta, estas teniendo de nuevo una pesadilla.
- Ay
Mamá, qué tristeza, soñé que era un niño que hace cientos de años desapareció
de la tierra para siempre.
EL AUTOR
CAMILO FRANCISCO CACHO
(1976.
La Consulta - Mendoza - Argentina)
Es
licenciando en Trabajo Social. Cursó estudios de Literatura Hispanoamericana en
la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo y en la
escuela Casa de Letras de Buenos Aires.
Forma
parte del Taller de la Palabra de la escritora Mercedes Fernández desde el año
2018.
Colabora
con la Revista KM Cero de San Rafael.
Participa
en forma continua de talleres de escritura creativa y lectura.
Actualmente
dicta un taller de escritura creativa ONLINE “Escribir desde las emociones”
Colaboró
en el espacio curricular de Lengua de Señas del Profesorado de Educación
inicial y taller electivo del Instituto de Educación Superior Rosario Vera
Peñaloza. Su cuento Chiste Malo fue traducido a lengua de Señas y publicado en
la página de personas sordas de España.
Forma
parte del colectivo internacional Minificcionistas Pandémicos del que
participan escritores de 13 países de América, España y Marruecos, quiénes
publican en forma continua microrrelatos de temas sociales en diferentes
plataformas digitales y en su propia página y el año pasado publicaron el libro
MICROBIOS por la editorial peruana DENDRO EDICIONES.
Su
relato Gallina Gallo que narra la vida de la cantante Chavela Vargas fue
publicado en el podcast AUDICUENTOS POR LOS DERECHOS HUMANOS por la Secretaría de
la Provincia de Buenos Aires y puede escucharse en Spotify.
Ha
publicado en antologías y revistas digitales y en medios gráficos y
audiovisuales de Argentina, Chile, México, Honduras, Colombia, Bolivia y El
Salvador.
4 comentarios:
Me gustaron! Cortos que te dejan pensando en cada personaje.
Felicitaciones camilo! Sos un genio Como maestro y como persona, tus cuentos dejan una enseñanza siempre
Interesantes temas. Buena literatura que crece desde puntos cotidianos a través de la combinación poética de las frases.me encantaron.
Fue un gusto leer.
Publicar un comentario