> Letras Itinerantes: (93) Camilo Francisco Cacho

sábado, 27 de febrero de 2021

(93) Camilo Francisco Cacho




La fortuna de un vegano

            Victorio era fanático de los asados y de las milanesas a caballo.

 Un día acompañó a disgusto a su novia Justina a una feria orgánica instalada justo detrás de un circo. Allí vendían productos naturales, repudiaban la matanza salvaje y la explotación del reino animal.

Cerca del lugar, la puerta de una jaula quedó abierta por descuido. De pronto, los visitantes de la feria comenzaron a correr despavoridos.

            Victorio tuvo que colaborar con los bomberos para reunir lo que había quedado de Justina.


Muertos en vida

             Con el tiempo nos vamos descomponiendo como cadáveres animados.

Damos arañazos desesperados ante opresores maderos.

Atrapados en un ataúd redondo que no deja de girar y observa cómo nos vamos agusanando de pies a cabeza hasta transformarnos en polvo.

 

Vocación

            Mi padre estaba sacando el auto para llevarlo al taller. Me fastidiaba quedarme encerrado en aquel silencioso enero de pueblo que estaba volviéndome loco de preguntas, así que me fui con él. 

Un tufo a grasa, a nafta y a humo de camión nos recibía, mientras mis pupilas vírgenes deambulaban curiosas entre almanaques de mujeres desnudas. Mi padre y el mecánico me miraban con aires cómplices. De pronto un calendario en particular me deslumbró. Había en él un barullo de pelos color oro lloviendo sobre dos pechos enormes, intentando cubrir a unas aureolas moradas con un botón rojo en el medio. Era una melena tan tupida, tan bien formada, que parecía plasmada por el más perfecto pintor.  Bajé la vista y debajo del ombligo de la mujer me topé con algo similar a una almeja de ésas que mi abuela acomodaba en los platos de paella valenciana, que nunca probé porque sentía la misma repulsión que ahora.

Entonces ese mismo día descubrí entre otras cosas que había nacido para ser peluquero.


El bicho que borró el hambre de un plumazo

Nadie puede creer que esa rata con alas y dientes afilados fuera la causa de semejante revuelo.

Desde entonces no se habla más que de él y de los millones de víctimas que se llevó.

Ahora nadie nombra a los marginados del mundo, como si ese bicho detestable los hubiera borrado de la faz de la tierra.

 

El romance más hermoso de la tierra

A Carmen Tocay
                                                      La cuarta Carmen que me robó un suspiro 

     Lo primero fue ella.

    Suspendida entre palabras y cadencias que flotaban en el aire desplegó alas y reptó por los cielos en busca de ese amor que, le dijeron, hablaba con la luna. Que el nombre le venía del canto, de la música, del conjuro, del hechizo. Que con su belleza iluminaba el firmamento de quiénes volteaban la mirada al infinito.

    Después de tantas noches y tantos siglos por fin se cruzaron. Se encontraron frente a frente. Solas en el mundo para no separarse jamás. Para ponerle voz a los pájaros. Para que sobreviva la sangre de un pueblo que fluye en un grito desaforado. Para que ambas, ella y la poesía reciten el romance más hermoso que se haya escuchado sobre la tierra.

 

Incompleta

            Ella aprovechó la recomendación del ministro de salud de tener sexo virtual durante el aislamiento y dio rienda suelta a sus fantasías reprimidas con alguien de Tinder.

            Los amantes cibernéticos se abandonaron a fogosas citas. Ella mostraba unos ojos encendidos, una boca que aullaba de deseo, unos generosos pechos que levantaba como trofeos, y a veces bajaba la cámara para dejar ver un sexo húmedo y dichoso. Pero siempre se encontraba incompleta. Sentía que engañaba al amante, que algo de ella no estaba en escena, mientras él se entregaba a disfrutar, exhibiéndose erecto y satisfecho.

            La cuarentena finalizó. El propuso un encuentro piel a piel. Ella sintió la presión y no supo excusarse. Desde la cama escuchó a su madre llamarla para desayunar. Apagó la cámara y se dirigió a la sala con la pierna ortopédica ya puesta.

 

Sueño ancestral 

            -Camino descalzo bajo el primer sol y la última luna. Exóticas plumas y piedras preciosas adornan mi cabeza, un trozo de cuero oculta mi desnudez, mi frente y mis mejillas reflejan los colores de la naturaleza. Llevo una lanza para atrapar peces y permanezco al costado del mar danzando en completa armonía.

     De pronto, a lo lejos, tres enormes barcos se acercan. Corro asustado.

   Los barcos logran meterse en mi tierra y escupen extraños hombrecitos barbudos cubiertos con oscuras túnicas.

   Se abalanzan y comienzan a sacarnos nuestras vestimentas y a taparnos con las suyas, llaman a las cosas con otro nombre, apagan el sol y la luna que nos hacían danzar y en su lugar clavan una cruz que nos obliga a mirar hacia otro cielo.

   -¡Joaquín!, ¡Joaquín! despierta, estas teniendo de nuevo una pesadilla.

   - Ay Mamá, qué tristeza, soñé que era un niño que hace cientos de años desapareció de la tierra para siempre.

 

EL AUTOR

CAMILO FRANCISCO CACHO

(1976. La Consulta - Mendoza - Argentina)

Es licenciando en Trabajo Social. Cursó estudios de Literatura Hispanoamericana en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo y en la escuela Casa de Letras de Buenos Aires.

Forma parte del Taller de la Palabra de la escritora Mercedes Fernández desde el año 2018.

Colabora con la Revista KM Cero de San Rafael.

Participa en forma continua de talleres de escritura creativa y lectura.

Actualmente dicta un taller de escritura creativa ONLINE “Escribir desde las emociones”

Colaboró en el espacio curricular de Lengua de Señas del Profesorado de Educación inicial y taller electivo del Instituto de Educación Superior Rosario Vera Peñaloza. Su cuento Chiste Malo fue traducido a lengua de Señas y publicado en la página de personas sordas de España.

Forma parte del colectivo internacional Minificcionistas Pandémicos del que participan escritores de 13 países de América, España y Marruecos, quiénes publican en forma continua microrrelatos de temas sociales en diferentes plataformas digitales y en su propia página y el año pasado publicaron el libro MICROBIOS por la editorial peruana DENDRO EDICIONES.

Su relato Gallina Gallo que narra la vida de la cantante Chavela Vargas fue publicado en el podcast AUDICUENTOS POR LOS DERECHOS HUMANOS por la Secretaría de la Provincia de Buenos Aires y puede escucharse en Spotify.

Ha publicado en antologías y revistas digitales y en medios gráficos y audiovisuales de Argentina, Chile, México, Honduras, Colombia, Bolivia y El Salvador.

 


4 comentarios:

lulita dijo...

Me gustaron! Cortos que te dejan pensando en cada personaje.

Unknown dijo...

Felicitaciones camilo! Sos un genio Como maestro y como persona, tus cuentos dejan una enseñanza siempre

Amalia Cordero dijo...

Interesantes temas. Buena literatura que crece desde puntos cotidianos a través de la combinación poética de las frases.me encantaron.

Pablo Félix Jiménez dijo...

Fue un gusto leer.