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miércoles, 27 de marzo de 2019

(24) MICROCUENTOS ERÓTICOS

 (24)  MICROCUENTOS ERÓTICOS



EL SESENTAYNUEVE ES SEXY

Dina Grijalva (México)


Seducidos por el sesentainueve, sin sábanas, sin sonrojos, sin sigilo, sin solemnidad: Sencillamente sucede, saboreamos secretos sabores, succionamos, subvertimos, somos sabios, sibaritas, sutiles, salvajes, suaves, sensibles, nos solazamos, subimos, sacudimos, sudamos, sepultamos, sumergimos el sexo en saliva, ¡sexo sedoso, satinado, surtidor de sabores! Sonreímos, suspiramos, sentimos, seguimos, soñamos, sumamos, sorbemos, ¡sorpresa!: surge la sinfonía. El sesentainueve es sabroso, sensacional, soberbio, sortilegio, sugerente, supremo, sustancial, suntuoso, sublime, superlativo, subyuga, satisface.


ANIVERSARIO

Karla Barajas (México)


Ella lo observa sobre la cama, se sienta a su lado, lo acaricia, huele, juega con él.  Será la última vez que estén juntos se promete, porque es viejo y está desgastado. Seis años juntos, tiene a otros, pero sigue brindándole placer. Decide usarlo.
El baby doll hasta las caderas permite ver ese cuerpo atlético arropado por hilos entretejidos sobre su piel. Ella acaricia las sombras, relieves y rellenos de color naranja quemado alrededor de la aureola. La tensión muscular más de  un minuto, se hiperventila, disfruta, respira, jadea. El encaje le ciñe el busto, los pezones se contraen, su ombligo es el centro de una flor de loto. La satisfacción mental es tanta que antes de recurrir a sus manos para acariciar los encajes sobre su vientre tiene palpitaciones en sus paredes y esa excitación aumenta a cada caricia, a ratos disminuye y vuelve. Se estimula siguiendo las líneas del encaje con el dedo índice, decide quedarse con él.
Cómo dejar el baby doll  con el que descubrió ser fetichista y el placer de la masturbación.


TÚ, TAN YO

Cristopher Escamilla  (México)


De labios delicados pero firmes, que despliegan besos que son luz oscura.Te veo a ciegas y palpo tu ser de rígida delicadeza. Estremeces mi eternidad etérea, figuro tu esencia, accesorio de adorno desarreglado, una maraña ordenada frente a mí, barullo de pelambres tersos pero resistentes a mis embates.Desato tu desnudez disfrazada. Surco tu sexo debajo de las sábanas, encima de tu Venus, allí, por entre tus piernas.
Bajo la parte superior de mi dedo, lo introduzco en tu salvaje y tierna vereda, lleno vacíos y sentimientos.Sudamos hielo abrasador, somos fuego fresco. Exudamos ajenos odios amorosos. Recuperamos pérdidas, nos encontramos entre fluidos y blasfemias, y la sequedad de no recordar nuestros nombres.


CUESTIÓN DE GUSTOS

Lorena Díaz Meza (Chile)


Pasada la medianoche y acabado el hechizo a Cenicienta no le gusta que le pongan los zapatos. Prefiere que se los saquen.



EL MAR Y LA MARAVILLA

Andres Canedo (Bolivia)


La encontré en una playa desierta, cercana a un pueblo costero. Yo caminaba por allí tratando de olvidar mis angustias cotidianas. Ella, tomaba el sol desnuda y  de su cuerpo irradiaba una luz intensa que yo atribuí al deslumbramiento que me provocaba el astro Rey. Era de una belleza extraordinaria: el cabello rubio, los ojos verdes, su rostro perfecto. Luego, sus senos del tamaño exacto, erguidos como las cúpulas de las iglesias del Renacimiento, la cintura estrecha que se derivaba en caderas prodigiosas y las piernas largas, pletóricas, sedosas. Me miró sin temor, absolutamente segura de sí misma, y me dijo: “Ven, tómame”.  Yo me sumergí en su maravilla y tuve la sensación de estar profanando una deidad que se me entregaba y que a la vez me sacrificaba. Todos los deleites, todas las convulsiones rosadas, toda la vorágine del placer, como nunca jamás lo había sentido, me asaltaban desde ese cuerpo divino mientras me perdía y me enterraba en ella. Yo estaba en un estado de exaltación absoluta, en un arrebato sin igual en el transcurso de, en ese momento lo entendí, mi pobre historia humana. En medio de toda aquella exaltación, me pareció ver, en los costados de su cuello, unos pequeños agujeros que se abrían y cerraban al ritmo de su respiración. Pero eso fue tan fugaz que, en medio de la enormidad de mis emociones, no le presté atención. Tuve, sin embargo, la fortaleza de detenerme, de salir de ella y besarle los muslos aterciopelados, las piernas, los pies. Pero al querer poner los pequeños y perfectos dedos de estos últimos en mi boca, advertí, cuando ellos se separaban por el placer, que estaban unidos por una membrana que dilataba enormemente su superficie. Por un instante me asusté, como un relámpago pasó por mi conciencia la imagen de los pies de los patos. Esos pies no eran desagradables, eran hermosamente distintos.  Impulsado por el ardor y la sed de mi cuerpo, volví a sumergirme en ella que en ese momento rió, con una risa que tenía resonancias de mar. En un instante todavía pensé, que lo de los pies había sido sólo el fruto de mi imaginación exaltada por la pasión en la que me despeñaba insondablemente a la culminación del placer tan enorme que se volvía casi aterrador. Ella se levantó, me dijo “adiós” y se fue caminando hacia el mar. Yo había quedado tan exhausto, que me demoré un poco en seguirla hacia la ribera, pero pude ver que se sumergía en el océano con la habilidad de un pez. Me quedé allí esperando verla resurgir del agua, un minuto, diez, treinta. No reapareció. Una sensación de pérdida infinita me invadió.


NOSOTROS

Ramiro Jordán (Bolivia)


Cabalgabas el frío noche y día, tus hombros desnudos sollozaban estremecidos al compás del gélido invierno.Mirabas sin mirar el paisaje mustio y desolado, tus alas presas del frío se acurrucaron un día en mi cuerpo, tu vientre tomó por asalto el mío.Unidos nos abandonamos a mensajes urgentes, cómplices, lejanos a todo, en el gesto íntimo de amantes locos, apasionados y desquiciados. Encontré el vello de tu vientre, voluptuosa descubriste el iris de mis ojos, juntos revelamos la esencia de la vida, estallamos en mil soles, cien mil lunas brillamos como novas en el firmamento.Nuestro loco desvarío, el insaciable apetito reconstruyó nuestros cuerpos en uno solo, nuestro tiempo sin tiempo es nuestro. La pasión loca sin normas ni leyes nos une más y más. Nuestro calor, tu brillo,  nuestras urgencias, tus alas, el vello de tu vientre, nuestro único cuerpo, todo en un vórtice rugiente.Trajo nuestra primavera, llenamos el jardín de flores multicolores, abrazados, alejamos la yerma estación,  llegó el sol, volaste hacia el infinito cantando al amor,  extendiste tus alas al sol estival de nuestra primavera, raudo volé buscando tu rastro de polen y miel. Unidos volamos hacia el infinito.


ENCUENTRO

 Eliana Soza Martínez (Bolivia)


Hice el amor muchas veces, pero el estremecimiento de mi cuerpo, días después, al recordar nuestro encuentro nunca me había pasado. Sentir mi cuerpo erizarse, como cuando él me tocó por primera vez; recordar la suavidad de sus labios y la intensidad de su amor en aquel acto, que para mí fue eso, hacer, construir ese amor, tal vez efímero y eterno a la vez.
Después del encuentro piel a piel, el encuentro de almas, los dos desnudos abrazándonos, besándonos como si nos conociéramos de antes, de siempre, como si nuestra historia fuera antigua, llena de detalles construidos que nos llevaran hasta ese momento.
Era un hombre extraño, tan intenso y cálido en la intimidad y tan lejano y frío fuera de ella. Es cierto, yo no podía exigirle nada, pues nada nos habíamos prometido y a pesar de aquel encuentro inolvidable e indescriptible, él tenía una vida y yo otra, lejanas, diferentes. Pienso que nuestros pasados pesaban más y nuestros corazones estaban atados ya en otros puertos, unos terceros que no podían imaginarse que por unas horas él y yo nos entregamos todo, en el que sólo existimos los dos, en el que poro a poro desafiamos al amor en un acto que parecía serlo.
Después, los nervios, el miedo, el presentimiento de que en verdad no había pasado; que después de encontrarnos en el parque y haber hablado tanto, solo hubo una despedida amable y nada más. Y no ese caminar hasta su cuarto de hotel, con una excusa dudosa, a través de las calles, que se fueron transformando en cómplices de aquella aventura.
Luego solo ese cuarto pequeño, vestido de él, con su equipaje, su aroma, su música y a pesar de estar sentada en su cama, sin creer todavía que iba a pasar; una conversación en la que sólo se emitían y escuchaban palabras inexactas, sin sentido porque la sangre, los cuerpos querían algo más. De pronto, el asalto de un beso, ese que propiciaría que nunca más nos separemos.
Justo a partir de ese beso, la batalla infinita, implacable de caricias, de labios, de piel, de gemidos, escuchando de fondo a Silvio cantándole al deseo; aquella repetición, de dos canciones hermosas que proporcionaban el ritmo perfecto para el amor.
Aquellos ojos que penetraban mi alma, como lo hacía su cuerpo y la intensidad de su deseo me hacían temblar. Acariciar su espalda bajando hacia el sur de ese monumento encendía mucho más mi deseo y la esperanza de que esa tarde no acabara, de que esa pequeña cama nos cobijara para siempre, de que aquella luz tenue siguiera iluminando aquel encuentro, lejos del mundo, de la realidad.
Tantas horas, que parecieron segundos en sus brazos, tocando de vez en cuando una estrella para bajarla del cielo al corazón. Él sin dar un minuto de tregua, incansable, cálido, intenso. Yo embriagada por su amor, en llamas, deseando la eternidad.
A pesar de todo, como en un sueño, el llamado de la realidad me inquietó, me inundó de dudas, de culpas e inseguridades, aunque la fantasía del universo creado en aquel cuarto era más fuerte que todo. Entonces por encima de mis miedos disfrutar la intimidad más allá de los cuerpos, de los besos, de las caricias tiernas. Ese momento después, en el que todo trata de tener un sentido, una razón, un futuro; aquellas palabras que sin ser una promesa nos decían que fue más que piel y deseo, que se trató de un encuentro más profundo.
Sin saberlo, aquel vestirse, salir a hurtadillas del hotel escapando de las miradas curiosas. Llegar a las frías calles de la ciudad, lejos del calor de aquel cuartucho que había cobijado nuestros cuerpos; nos iba a alejar, separar, para convertirnos en dos desconocidos. Sólo quedaría en mí aquel recuerdo, que se confundiría con un sueño, a pesar de que todavía, lograra erizar mi cuerpo, como nunca antes, un encuentro así, lo había hecho.



LOS AUTORES


DINA GRIJALVA MONTEVERDE

Nació en Ciudad Obregón, Sonora, pero ha elegido la ciudadanía de Ficticia. Doctora en Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México. En la primavera de 2008 visitó Buenos Aires y nació como minificcionista. Desde entonces es hacedora y promotora de ese maravilloso género. Ha publicado los libros de minificción: Goza la gulaLas dos caras de la lunaAbecé sexy, Mínimos deleites, Miniaturas Salmantinas y Cuestión de tiempo. Ama a los Cronopios, cultiva un bonsái y sueña con habitar en Liliput. Dicta clases de literatura en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Ha publicado una Antología de cuentos eróticos: Cuentos de dulce voluptuosidad y una Antología de minificciones eróticas, bajo el título de Eros y Afrodita en la Minificción


KARLA GABRIELA BARAJAS

(Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 1982). Ha publicado minificciones en las antologías Cuéntame un blues. Antología de Minificciones (Editorial La Tinta del Silencio, 2013); Cortocircuito. Fusiones en la minificción (Universidad Autónoma de Puebla, 2017).Publicó Neurosis de los bichos (Colección Minotauro, La Tinta del Silencio, 2017), Esta es mi naturaleza (Editorial Surdavoz, 2018).Colaboraciones suyas han sido incluidas en la Antología Virtual de minificción (José Manuel Soto, coordinador); Microrrelato o minificción del día (Gabriel Ramos Zepeda, coordinador); revista La PirañaPlesiosauro. Primera revista de ficción breve (Perú, 2017); Consultario. Suplemento de cultura (2017); “Imaginario Fantástico” de la revista Fantastique (2017); Alquimia Literaria (España, 2017-2018); Revista Brevilla (Chile, 2018); Argonauta. Revista Cultural del Bajío (México, 2018).http://www.cuartopoder.mx/gente/la-naturaleza-de-karla-barajas/239334


ANDRÉS CANEDO

Vive en Santa Cruz, Bolivia. Es autor de varios cuentos publicados en revistas nacionales e internacionales. Es autor de la novela Pasaje a la nostagia (2ª edición) y de la novela Territorio de signos, de próxima aparición. Fue traducido al inglés en Love my religion (India) y al catalán en Poetas de allende los mares, Barcelona, España. Publica una columna semanal en su página de Facebook, llamada Así pasan los días, con crónicas, relatos y cuentos.


CRISTOPHER ESCAMILLA

Reseña curricular: Sobre el autor, sólo sabemos que Cristopher Josué Escamilla Arrieta es mexicano, que nació un 25 de diciembre en las afueras de la gran ciudad; es modelo ’83, y que es un opinador desmesurado, aficionado escribidor de fantasías fugaces. Como productor radiofónico, hacer ruido es su nombre y jugar con el silencio su vida. Cuentos suyos aparecen publicados en las antologías en internet: 50 palabras, 100 palabras y Esta noche te cuento.


LORENA DIAZ MEZA 

(1985) Santiago de Chile. Licenciada en Letras y profesora de Lenguaje y comunicación. Gestora cultural. Escritora. Ha escrito los libros de cuentos "Existe" y  "Bajo llave" y los libros de microficción "Príncipe busca princesa" “Sangre en el ojo” y “Cuerpos cansados” Ha participado en numerosas antologías nacionales y extranjeras, entre ellas ¡Basta! cien mujeres contra la violencia de género. Pertenece al colectivo: Señoritas Imposibles: escritoras de narrativa negra y al colectivo Ergo Sum. Ha participado en las Itinerancias de escritores organizadas por CNCA y sus textos han sido traducidos al Inglés y al francés, Es monitora de talleres literarios y encuadernación y Directora de Ediciones Sherezade.


ELIANA SOZA MARTÍNEZ 

Nació en la ciudad que está más cerca del cielo, Potosí – Bolivia. En la universidad conoce a Lidia Valverde, que le abre las puertas hacia el mundo de la literatura. Así conoce a su más grande inspiración, Julio Cortázar. En 2017 participa en la “Antología Iberoamericana de Microcuento” compilada por Homero Carvalho. En 2018 es parte del libro colectivo “Armario de letras” de la Editorial Caza de Versos de México; también del libro “Sombras en la Obscuridad” de la REED Potosí (Red de escritores Potosinos). De mayo a Julio, seis microcuentos son seleccionados para su publicación en la Revista española Historias Pulp "Paradojas" y “Onomatopeyas”. En Junio publica su primer libro de cuentos “Seres sin Sombra”. En Julio junto a la Editorial Soy livre publica la antología de cuentos de terror “Macabro Festín” y es invitada en el I Encuentro Internacional de Microficción de la Feria del Libro en Santa Cruz y en agosto a la Feria Internacional del Libro en La Paz.





4 comentarios:

Javier Aranibar Córdova dijo...

Muy buena selección, sigan con más, felicitaciones

Cristopher Escamilla dijo...

Agradezco el que hayan incluido un relato mío en su página, pero agradezco más, compartir publicación al lado de las grandes plumas de Dina, Karla, Andrés, Lorena y Eliana. Saludos desde México.

Unknown dijo...

Sorprendentes ficciones. Agradezco mucho a la antologadora por el minucioso esfuerzo de la seleccion

Once dijo...

Me encanto la página. Gracias