EL OFICIO DE ESCRIBIR
Me paraliza
el pánico: pienso en el perene peligro de plagio. Este año he leído miles de minificciones
y he encontrado ecos de mis textos en brevedades que no había leído. Ahora cuando
escribo me asalta el terror de repetir lo ya dicho. Me consuela recordar que el
entrañable Barthes ya dijo que todo está escrito y que quienes tenemos la osadía
de agregar líneas al mar de la literatura no hacemos sino tejer en el gran tapiz
colectivo.
AUTORA INTELECTUAL
Planeé el crimen, decidí el arma, la víctima y el victimario.
Confieso que me dejé llevar por la pasión de ir armando con morosidad cada detalle
para conseguir el crimen perfecto. El policía que me detuvo no distingue las palabras
escritas de las acciones y el juez dijo: A mí no me venga con que son cuentos y
me declaró culpable.
GRAMÁTICA
ERÓTICA
A
las escritoras eróticas les fascinan las cópulas verbales, los verbos
copulativos, las concordancias, las yuxtaposiciones. Sus personajes siempre
están buscando su complemento, en cualquier lugar, tiempo y circunstancia.
Quienes buscan objetos, prefieren los directos (son mejores para consolar, dicen)
a los indirectos. Algunos son posesivos, otros adoran las interjecciones y las
exclamaciones. El vocativo aparece con frecuencia, haciendo alusión al Ser Supremo;
más invocado en las camas que en las iglesias.
ARMAS DISÍMILES
Las palabras fluyen de sus labios como una
flecha ligera. Pepepero esesescricribe cococomo si lalas papapalabras
sasasalielieran de uuuna aaamememetratrallalladora.
FRACASO EDITORIAL
Decidió convertirse en escritora de éxito y
escribir libros prácticos. Eligió títulos que le parecieron excelentes: “Cómo
planear su suicidio y salir vivo del intento”, “Cómo sembrar colibríes y
cosechar lunas”, “Compre ahora y no pague nunca”, “Disfrute la vida y diga no
al ejercicio”.
Los malos lectores la
llevaron al fracaso: varios de quienes leyeron el primero no salieron vivos del
intento, los deudos demandaron; otros sembraron colibríes y cosecharon
gusanos; varios compradores compulsivos fueron detenidos y para que hablar de
la epidemia de obesidad, colesterol y diabetes. Ahora la persigue hasta el
ministerio de salud.
MANIÁTICA TEXTUAL
A Violeta Rojo
Sus minificciones son
profundamente desgeneradas: mantienen relaciones textuales, intertextuales y
trans- textuales, también adora al hipertexto. Ahora su manía es decir que el
texto debe valer por el texto mismo.
DE FANTASÍAS Y PSCOANÁLISIS
Acudió al psicoanalista con la
ilusión de poder superar sus fantasías textuales. A cada momento la acosan proyectos
de novelas, poemas y cuentos. Se sueña escribiendo la novela que revolucionará
el género, al lado de la cual la tal Rayuela será la tradición más pobre. Pero
cuando llega el momento de la verdad, es decir, de escribir, se siente víctima
(y lo es) de un bloqueo semántico y formal que la lleva a la tragedia, al drama
o a la tragicomedia, no por cumplir con las normas de esos géneros sino por lo
patético de los resultados.
FINAL SORPRESIVO
Algunos atardeceres, Sebastián
anuncia su suicidio: se sumergirá en el mar, se cortará las venas en la bañera,
se arrojará al río, se hundirá en la alberca. De tanto mencionar su muerte
todos han perdido interés en ella. Por ello, ahora que se pegó un tiro en la
sien nadie se asombra.
Solo su novia exclama perpleja: es extraño que se haya suicidado en
seco.
LA AUTORA
1 comentario:
Gran escritora nuestra Dina Grijalva. Un abrazo.
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