(56) PIERO DE VICARI

EL OTRO JEKYLL

Se miró en el espejo y no pudo evitar un temblor en el cuerpo. Los ojos inyectados en sangre con sus orbitas enormes. Las cejas superpobladas recorriendo un amplio sector de su frente. La nariz prominente, en desproporción diabólica. Sus pómulos terminados en ángulos confusos y arrebatados. Y su boca grande y cavernosa desde donde emergían colmillos robustos y filosos. La imagen lo sobresaltó, lo llenó de pánico. El mismo pánico que sintió al comprar la máscara que ahora, increíblemente, formaba parte de su cara.

PLANETA INGRATO

-Llueve de abajo para arriba, en vez de amanecer anochece, cuando es verano hace frío, las manecillas del reloj giran hacia atrás, los personajes carecen de dedos y orejas… todo esto resulta inverosímil –sostuvo el dueño de la editorial.

Le agradeció su crítica, y con la novela debajo del brazo, se dirigió a su plato volador. No tenía dudas: en la tierra, no saben valorar lo que es bueno.

EL ÁNGEL DE LA POBREZA

Todas las mañanas, deja en las mesas de las familias humildes, panes calientes para mitigar su indigencia. De un tiempo a esta parte, no da a abasto con su tarea y esto le preocupa. Ha solicitado una entrevista especial con el Hacedor para rogar el envío de más ángeles y así contrarrestar el avance de la miseria en el mundo. La audiencia aún no ha sido concedida.

TÍO ALFREDO

Viene una vez por semana a visitarnos. Son visitas fugaces es cierto, pero intensas. Pareciera que quiere asegurarse de que estamos bien, de que nada nos pasa y una vez que se convence de ello, se marcha tranquilo, hasta la próxima visita. Sabemos que nos ama pero ese amor no es excusa para abusarnos de su sentimiento, haciéndolo venir cada siete días. Para retribuir su cariño, hemos decidido lo siguiente: una semana nos visita él y la otra iremos nosotros a visitarlo al cementerio.

ETIMOLÓGICAMENTE INCOMPATIBLES

Juana Improbable y Juan Imposible, entendieron su dificultad para amarse al asumir lo lapidario que resulta la semántica de sus apellidos.

LA NATURALEZA COMO ESPEJO

Insufriblemente alto, encontró la solución al problema de la altura, cuando llegó a sus manos un manual de bonsái. No más leerlo y acrecentar en su corazón, la perspectiva de un futuro promisorio. La poda del árbol para tenerlo miniaturizado obró como acicate en su cerebro. Aprendió las técnicas para controlar el crecimiento con suma rapidez: quitar las ramas desproporcionadamente gruesas, quitar las ramas con giros o vueltas antinaturales, quitar una de las dos ramas que nacen a la misma altura… Establecer analogías con las partes de su cuerpo le llevó solo segundos, contados segundos en que, tenaza en mano, emprendió su cometido.

REVOLUCIONARIOS

El alzamiento general de la población fue incontenible. Armados hasta los dientes, tomaron todos los rincones del territorio. A viva voz, las calles, las plazas, los parques y cualquier otro espacio público, se convirtieron en hervideros de hombres y mujeres. El líder de la descomunal insurrección tomó la palabra y agradeció semejante apoyo.

-El cien por ciento de la población se plegó a esta histórica revuelta -dijo, para concluir- …la revolución ya es un hecho. Ahora nos tocará averiguar, entre todos, por qué la hicimos.

NO CONSISTÍA EN UN PORTAL

Tampoco en un aparato. No era un conjuro, mucho menos una invocación o pastillas alucinógenas. Nada de eso. Solo pronunciaban la palabra y sus cuerpos emigraban hacia otra época. No les demandó mucho adecuar el pasado a sus preferencias. Y entonces sí, más que turísticos, los viajes eran una aventura a disfrutar. ¿El regreso? pronunciaban nuevamente la palabra y volvían a su realidad, dispuestos a proyectar el próximo viaje. Este privilegio duró lo que tenía que durar: la memoria les jugó una mala pasada y la palabra susurrada como un rezo, alcanzó la obviedad de las cosas dichas. Arrumbándose fonética y semánticamente en el tiempo, un día dejó de estar. El olvido hizo el resto. La arqueología dio cuenta de sus pasos por el mundo refiriéndose al extraño caso de dos esqueletos fosilizados en las Cuevas de Lascaux, muy emparentados con el hombre actual.

EFECTO BRADBURY

Un poderoso virus informático destrozó los servidores de todo el planeta y el mundo entero se quedó sin internet. La gente de los cinco continentes abandonó sus viviendas para indagar a los vecinos sobre lo sucedido. Grato fue el encuentro con personas no vistas en años, familiares, compañeros y amigos que el tiempo solo había arrinconado en fotografías sepias y olvidadas. Nunca supieron lo que pasó. La era de las cavernas, había terminado.

LA LECTURA COMO TRAMPA

Embalsamo cualquier tipo de cosas. Animales y personas, peluches y muñecas inflables, árboles y lombrices, almohadones y sueños, libros y pensamientos, teléfonos inalámbricos y colchones sin cotín. Embalsamo todo: insectos terrestres y estuches de terciopelo, cajas de cartón y paredes inflamables, pelotas de goma y armas de fuego, relojes pulseras y dientes olvidados. Nadie se resiste al encanto de mi oficio. De excelencia es mi trabajo y por la calidad me conocen. Soy el embalsamador más prestigioso del mundo y hoy traspasaré los límites de lo inefable: embalsamaré tus ojos, apenas dejes de leer este texto.

PIERO DE VICARI

Nació en San Nicolás, Buenos Aires, Argentina, en 1963.

Poeta, narrador, ensayista y gestor cultural. Entre sus reconocimientos por su actividad cultural y literaria, se destacan: Premio Puma de Plata, otorgado por la Fundación Argentina para la poesía; Premio Dámaso Alonso, otorgado por la Academia Hispanoamericana de Buenas letras; Premio Ser de Textos 2019, otorgado por la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires; Premio Hombres que honran, otorgado por la Liga Argentina de Amas de Casa y Premio Raíces, otorgado por la Fundación Fernández Viñas. Sus textos literarios han sido traducidos parcialmente al italiano, francés, alemán, croata, inglés, ruso, serbio, portugués, guaraní y catalán. Publicó los poemarios : “Poemas del caballo azul” (Premio Publicación del Fondo Editorial San Nicolás, 1989); “Gato de piel lunar” (Yaguarón Ediciones, 1996); “Vicio de manos” (Yaguarón Ediciones, 1999, mención especial en el Certamen Nacional de libros de poemas de la Fundación Acero "Manuel Nicolás Savio"); “Palabra Lázaro” (Yaguarón Ediciones, 2002, primer premio del Certamen 250 años de la Fundación de San Nicolás); "Texturas posibles" (Botella al mar, 2010); "Al temblor de la hoguera" (Yaguarón Ediciones, 2011); "Todo pesa" (Ediciones del Dock, mención especial en el Certamen Nacional de libros de poemas de la Fundación Acero "Manuel Nicolás Savio", 2014)  "Pasaporte para náufragos, antología personal" (Editorial Velarde /Cuadernos Amerhispanos, San Luis Potosí, México, 2015); “El ornitólogo de Vía Appia” (Huesos de Jibia, Buenos Aires, Argentina, 2017) y “Noé en su arca o rostros de todos los diluvios” (El ángel Editor, Quito, Ecuador, 2019). Tiene editados tres libros de microficciones: “Simbiosis de la guillotina” (Editorial El español de Shakespeare, Santiago de Chile, Chile, 2017); “Ínfulas ínfimas (Bazar de brevedades y otras minucias)” (Editorial Macedonia, Buenos Aires, Argentina, 2018) y “Muerte del filósofo chino y otros textos insomnes” (El Taller Blanco Ediciones, Bogotá, Colombia, 2019).