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sábado, 27 de mayo de 2023

173 Cartografía del caos

 Cartografía del caos

 


 

I. Mapa de síntomas

Escritura

Durante varias noches tuvo la misma premonición. Soñaba que la tierra caía en desgracia, que todo se llenaba de guerra y sangre. Era tan grande la viveza del sueño que prefirió no dormir en semanas. No lo voy a aburrir con más detalles, la muerte está ahí rodándonos confesó al doctor. Renato estaba convencido que ya todos estaban infectados y muertos, así que prefirió escribir todo lo vivido por la humanidad antes de desvanecerse de la faz de la tierra. Se levantó con sus manos putrefactas rumbo al estudio y comenzó a teclear en su vieja máquina de escribir.

Pedazos

Con los fragmentos esparcidos de su corazón, los recuerdos regados y las ilusiones fracturadas, reunió las suficientes fuerzas para construir un caleidoscopio. Sopas químicas, fuegos artificiales y sonidos exuberantes de tambores se desataban en sus neuronas. Sus conexiones sinápticas fluían como ríos salvajes. Alberto enloqueció de forma lánguida. Cuando le hicieron la autopsia notaron que construyó, como lo hacen las ostras con sus perlas durante años, un producto de valor incalculable. Su cerebro color nácar deslumbró a los doctores que realizaban la autopsia. 

 

II Mapa de filias y paranoias

Melodías

Los registros de su memoria eran fugaces. Perlas minúsculas de sus recuerdos. Burda reducción de flujo de acontecimientos. Un hombre sin alma ni espíritu que lo ataran. Era libre, había desaparecido lo que anteriormente amaba. No había familia, esposa, ni hijos, ni recuerdo alguno. Todo era temporal y breve. Cuando murió, sólo los sonidos débiles de las hojas de árboles cercanos lo acompañaban perpetuos como melodías que nunca se extinguen ni reclaman.



Impulso

Cuando estaba con extraños bien vestidos, pero con zapatos descuidados le entraba una ansiedad inexplicable. Ante sus ojos una cortina de recuerdos lo inundaba. Veía a su madre cocinar, a sus hermanos jugar con el gato amarillo de ojos grandes, mientras sentía de su padre los azotes por ensuciar su único par de zapatos. Luego venía lo inevitable: se le ponía la carne de gallina, le subía la temperatura, desfallecía e iniciaba la convulsión. Cuando despertaba todo se le había esfumado, menos el impulso de reparar su impecable calzado.

 

III. Mapa de síndromes

Síndrome Cotard

El corazón, el hígado y todas sus vísceras estaban maltrechas ¿Acaso no lo olían? Apestaba. El olor a putrefacción se albergaba todo el día en su nariz, en sus orejas, en su estómago, en cada poro. Estaba harto de que todos le saludarán y sonrieran ¿acaso no se daban cuenta? ¡Muerto, estaba muerto como un jilguero encerrado! Aquel domingo de resurrección le pareció una eternidad apestosa después de la vida.


Síndrome de Diógenes

Zacarías supo del nombre de su enfermedad cuando ya su familia y sus amigos habían desaparecido de su existencia. Aislado y recluido de todos, su piel arrugada le reclama más espacio frente a los objetos extraños que diario acumulaba en su vano y cansado intento de huir del mundo. Juró recuperar el recuerdo de cada uno de los familiares que le reclamaban su existencia. Bajo la pila de periódicos que acumulaba, encontró primero a su nieta.


Estocolmo

No entendía por qué la pistola puesta en su sien no le daba miedo, ni por qué disfrutó los días de secuestro y el bondage en la cama. Ya le habían pagado lo pedido y habían pasado varios meses desde que recibió el rescate, y ella siempre regresaba. Parecía la secuestrada perfecta. Lo único que le molestó de aquella mujer fue que insistiera en que era de él aquel recién nacido.

IV. Mapa de sueños

Exactitud

Cerró los ojos, cayó al abismo de su mente caótica. Lo vio en un relampagueo. Aquella fisión numérica espontanea le daba el día y la hora exacta de la muerte de quien se lo preguntaba. Los médicos nunca supieron de donde provenía ese algoritmo tan sofisticado.  El hombre era incapaz de amarrarse las agujetas, tomar un autobús, cocinar o lavarse las manos sin embargo poseía una prodigiosa capacidad numérica, retenía números pasados, presentes y futuros. La precisión para determinar el día de enfrentarse a la muerte era exacta. Lo comprobó con varios familiares, amigos y conocidos que se acercaban a aquel manicomio. Los médicos y enfermeros que dudaban de su cualidad lo verificaron el día que provocó el incendio.


VI. Terapias alternativas

Paisaje

Dicen que su rara enfermedad le vino de leer tanto libro, otros dicen que, de poseerlos, pues desde joven compró muchos hasta llegar a tener la biblioteca más envidiable del pueblo. Algunos aseguran que una mancha de tinta le saltó, le mordió la melancolía directo en la yugular y por más doctores que visitó a lo largo de su vida nunca halló cura. Endorfinas y serotoninas se apropiaban de su cuerpo y luego lo sumergían en el abismo más profundo del abandono. Aunque Fabio era feliz acariciando sus libros, después de leerlos y olerlos los dejaba en los estantes almacenando en su cuerpo tristeza. Dicen que desapareció en su biblioteca entre los grises paisajes de palabras acumulados, la familia aún lo sigue leyendo y buscando.

 

CARTOGRAFÍA DEL CAOS es un intento de explorar la mente humana desde la literatura. Las historias que componen este libro son convulsiones, ataques, cirugías, enfermedades, alucinaciones, sueños, fantasmas y realidades alternas cuyo territorio reinante es el cerebro y su comportamiento. Punta de iceberg de lo que somos como humanos. Aunque en las recientes décadas se han desarrollado herramientas científicas que han permitido a la neurología descubrir un poco más sobre los secretos ocultos del cerebro, muchos enigmas y preguntas permanecen sin respuestas. Cráneo, hemisferios, lóbulos, células, neuronas, neurotransmisores, así como sinopsis son los elementos fisiológicos que se unen con las creencias, memorias e ilusiones. Neurólogos y científicos de las más diversas áreas intentan responder ¿Qué es la mente? ¿Dónde termina el cerebro e inicia la mente humana? No hay respuestas precisas. Y mientras seguimos esperando soluciones al rompecabezas de la psique, la literatura se recrea en esta Cartografía del caos con sus mapas de síntomas, filias, paranoias, síndromes, sueños y terapias a fin esbozar un orden. Lector recibe estos pequeños rastros, endebles estelas de letras expresadas en minificciones sobre la alfombra inmensa de la neurociencia y misterios del cerebro humano.

Cartografía del Caos es un libro digital publicado por la editorial española BGR en la colección breves y contundentes. El prólogo es del escritor Homero Carvalho Oliva. ¡Empezamos está nueva aventura finalmente publicada!

 

Fabiola Morales Gasca: Maestra en Literatura Aplicada en la Universidad Iberoamericana plantel Puebla. Fue alumna de la Casa del Escritor y la Escuela de Escritores. Diplomada en Creación literaria de SOGEM. Autor de los poemarios Para tardes de Lluvia y de Nostalgia (2014) y Crónicas sobre Mar, Tierra y Aire (2016) BUAP. Libros infantiles Frasquito de cuentos y Confeti, cuentos para niños traviesos BUAP (2017). Libro de minificción El mar a través del caracol por Editorial El puente (2017). El niño que le encantaban los colores y no le gustaban las letras (2018). Luciérnagas (2020) editorial La Tinta del silencio. Eclipses, Bitácora de vuelos Ediciones (2022). Ruta de Palimpsestos editorial Kañy (2022) y Cartografía del caos (2023) por editorial BGR. Participante en antologías de Argentina, Chile, Colombia, España, México, Paraguay, Perú y Venezuela. Lectora voraz e incansable escritora.

Redes Sociales:   FB: Faby Morales - Autora   Twitter: Fabiola Morales @LectorFosforo

 

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