> Letras Itinerantes: (126) Zulay Pinto

jueves, 27 de enero de 2022

(126) Zulay Pinto

 


La voz

Cuando mi hermano desapareció todos culparon a la señora Nat. Al oscurecer, corrieron a su casa y la sacaron a rastras. Era un hecho irrefutable, se trataba de una bruja. Nunca quiso casarse, vivía sola y fabricaba pócimas con hierbas y hongos, además siempre se supo que a ella acudían mujeres jóvenes que evitaban engendrar y otras con dificultades al momento de parir. Jamás olvidaré su cara aterrorizada ni sus gritos, pero tampoco los ojos de mi padre, inyectados de odio, mientras encendía con su antorcha la hoguera en la que fue quemada. Espero que la voz del río no me pida que le entregue otro niño. 

 

El evasor

Le aterraban los compromisos, por eso, cuando observó que su novia se asfixiaba, comprendió que sorprenderla con la sortija en el champán había sido una idea magistral.

 

Metamorfosis

La mujer barbuda, cansada de ser un fenómeno de circo, empleó la tecnología láser para dejar su piel lisa y tersa. No obstante, se encuentra bastante inconforme. Aún le resta corregir la nariz ancha, los ojos estrechos, el mentón corto y las demás «imperfecciones» que ha ido notando desde que el exceso de pelo desapareció.   

 

Transgenia

Los alienígenas encontraron un mundo devastado, aunque invadido por plantas gramíneas, de grandes hojas que envolvían frutos resplandecientes. Todas idénticas entre sí, con granos perfectos y alineados de manera casi matemática. Al realizar los estudios genéticos, se sorprendieron por la forma tan rigurosa en que fue modificado el ADN, hasta el punto de dejarlo desprovisto de su naturaleza original. Se trataba de una especie artificiosa que se reproducía fuera de control y, paradójicamente, la única habitante de aquel lugar estéril. Asimismo, encontraron vestigios del creador, sin duda, dotado de gran inteligencia, pero arrogante y obsesivo, el gestor de su propia extinción. Se horrorizaron. Al final, en común acuerdo, decidieron abandonar el planeta y no revelar el hallazgo.

 

Como en el cine

El caballito se encabritó y la estrella de mar, en cámara lenta, se cayó de su lomo y se partió los brazos. Es sabido que la atmosfera marina incentiva la sobreactuación.

 

Catarsis

Mi pánico por los fantasmas terminó cuando caí por la ventana.

 

 Sobre la autora

Zulay Pinto (Bogotá-Colombia). Publicista e ilustradora. Dentro de su ejercicio profesional se ha desempeñado como redactora y estratega publicitaria, además de diseñadora y gestora cultural. Apasionada de la microficción y la poesía, textos suyos hacen parte de antologías y revistas literarias. Actualmente, forma parte del programa radial Suenan timbres, de la revista Alebrijes y de la Editorial Avatares, medios especializados en literatura breve, y es miembro del Colectivo Internacional Minificcionistas Pandémicos. Es autora del libro de epitafios minificcionales Más allá del punto final (Editorial Avatares, Colombia, 2021).

 

1 comentario:

pia barros dijo...

Zulay, diversos y buenos microcuentos. SE agradece, como lectora, que sean historias completas y no escenas. Gracias por tus textos!