Un
beso
Beber como quien ha acumulado toda
la sed de los desiertos de los que regresa. Saciar con succión profunda el anhelo de cien
gargantas abrasadas. Fagocitar al otro sin opción ni remordimiento.
Abrir los ojos, lamer la gota última de quien prestó su boca y morir
otra vez de sed.
Negativos (Torremozas, 2015)
Nudos
Si el amante presenta pérdida de apetito continuada, no se
precipite por ello a concluir que se trata de amor. Acúdase primero a un
especialista. Con frecuencia el trastorno es debido simplemente a un nudo de
tamaño variable en el estómago, fácilmente desanudable mediante ejercicios y
poesía.
Si recuperado el hambre persisten en
cambio las alucinaciones auditivas y la visión desenfocada, considérese entonces
la infección amorosa.
Negativos (Torremozas, 2015)
Los campos de
batalla
Algunas veces su casa, claro, porque a los dos nos gusta ese juego de invasión y dominio, tener la seguridad de tus toallas y tu champú, las cerillas que compraste la semana pasada a mano. Dejar que después falten algunas. Otras veces mi apartamento, introducirla en mis reglas y mi orden, donde las cosas son del color que me gusta, donde yo elijo el aroma de las velas. Dejar que predomine su perfume después. También terreno neutral: ciudades nuevas para ambos, habitaciones de hotel, tácticas y estrategias para conseguir el poder, el lado preciso de la cama, la elección del menú. Es importante mantener el equilibrio y evitar acorralamientos, como visitas familiares o cenas en casas de amigos. Trabajar para que cada rincón sea finalmente parte de un inmenso campo de batalla: un cepillo de dientes, una camiseta olvidada, fotografías, sábanas compradas juntos, cajones compartidos. Y librar un día la batalla perfecta, la total rendición mutua.
Incisiones (Quarks, 2020)
Geometría
(espacio de Minkowski)
Con frecuencia el amante comienza siendo unidimensional: un nombre que alguien pronuncia. Dulce etapa en que adquiere dos dimensiones mediante líneas y mensajes. Clímax y revelación al conocerse y definirse el volumen. Y a menudo el fin, pues con frecuencia el amante olvida que la dimensión principal es el tiempo.
Formulario (La tinta del Silencio, 2019)
Campo
electromagnético
A pesar de su innegable carga eléctrica,
infranqueables leyes imponían proporcionalidad inversa a la distancia, tal que
ambos se movieron en espirales cercanas durante años (una vez durmieron en
diferentes pisos del mismo hotel), ignorándose hasta finalmente encontrarse en
la misma habitación, donde instantáneamente sucumbieron a la atracción.
Formulario (La tinta del Silencio, 2019)
Cajas
resonantes
Durante días resonaron sus palabras en mi
cabeza, modulándose hasta volverse tan familiares, tan queridas, tan
imprescindibles que terminaron guiándose hacia el corazón y allí la melodía.
Entonces buscar más de sus palabras, hasta que aparece una disonante, o tal vez
un tono o un sentido ambiguo, que destruye la música y fin del enamoramiento.
Negativos (Torremozas, 2015)
Despiece
Llegué hasta el hueso, pero él se conformó con
mi piel. Sigo buscando.
Negativos (Torremozas, 2015)
Lorena
Escudero (Soria, España, 1985) es doctora en Física e investigadora en la Universidad
de Cambridge, UK. Ha
participado en multitud de revistas y antologías de microficción
internacionales, siendo las más recientes Brevirus (Revista Brevilla, Chile, 2020), Pequeficciones (Parafernalia, Nicaragua, 2020), Microbios (Dendro Ediciones, Perú, 2020) y
Microtextualidades (España, Noviembre 2020). Ha publicado tres libros de
microficción: Negativos (Torremozas, Madrid, 2015), Formulario (La tinta del Silencio, México, 2019) e Incisiones (Quarks Ediciones Digitales, Perú, 2020).
Algunos de sus textos se han traducido al inglés, al griego y al alemán. Es
integrante de la Red de Escritoras de Microficción (REM), y de los colectivos
internacionales Somos Mar, y Minificcionistas Pandémicos. Ha co-seleccionado la
antología de microrrelatos navideños Campanadas (Quarks Ediciones Digitales, Perú, 2020).
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