Sospecha
Cuando desperté encontré el libro que estaba escribiendo, abierto y en blanco. Todas las cosas del departamento destruidas, la puerta abierta. Empiezo a recoger todo. Me siento y pienso que parte de la historia no le habrá gustado esta vez a mi personaje.
Publicado en Revista Peruana de Ficción Breve Plesiosaurio No. 10, 2018.
La sombra inconforme
Se
extendía inmutable bajo el árbol.
A
pesar de su sobria existencia, esta sombra era distinta, le daba por divagar en
amargas meditaciones y tendía a la introspección.
Se
quejaba cuando el sol cambiaba de posición o cuando el movimiento de las hojas
filtraba las centellas que alteraban su forma.
Al
llegar el ocaso, su neurosis aumentaba pues recordaba el viejo cliché que la
asociaba con el lado oscuro humano y las malas intenciones.
Por
las noches, bajo la luz de la luna, las otras sombras la escuchaban refunfuñar
en medio de la oscuridad.
Publicado
en Revista Peruana de Ficción Breve
Plesiosaurio No. 11, 2019.
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Lo
reconocí en la fila del aeropuerto.
Parecía
que había esperado varias vidas en ese puesto.
Era
él. Estaba más viejo, pero conservaba la misma sonrisa cínica.
Como sucede en países como estos, la gente lo ignoraba o no tenían memoria pues se conducía con total impunidad.
Busqué
la enigmática llave en la caja, había tenido tiempo para memorizar la
combinación.
Le entregué el boleto indicado.
Lo
desvié “a un área exclusiva” y antes de salir me aseguré de sellar la única
puerta.
La
que lleva sin escalas al inframundo.
Publicado
en Revista Gazeta (Guatemala), 2020.
El otro
Confinado,
lo vi desde el resquicio de la puerta, alejándose descaradamente en mi
automóvil.
Parece
inverosímil que a pesar de nuestra semejanza me retenga, invadiendo la casa sin
articular conversación alguna.
Anoche
lo escuché llamando al editor para negociar mis textos, aunque diferimos en
estilo supe que llevaba semanas reemplazándome furtivamente, incluso entregando
borradores en persona.
Recuerdo
que en una ocasión intenté llamarlo por su nombre mientras subía las escaleras
pero, vestido con mi ropa interior, vaciándose mi colonia, apenas volteó con
risa sardónica.
Debo
admitir que desde hace unos días logré liberarme el tiempo suficiente para
destruir su retrato, el mismo que había pintado describiéndolo de manera
minuciosa antes de transfigurar enigmáticamente apoderándose de mi biografía.
Hace
un momento, tras mi última advertencia, lanzó una carcajada estridente
burlándose de mí y salió golpeando la puerta.
¿Cómo
explicarle que solo es un heterónimo creado por mí y, que apoderándome de la
pluma nuevamente estoy a punto de eliminarlo como a cualquier otro personaje?
Publicado
en Revista Ibídem (México), 2020.
Acepte usted el encargo
Conocí
a Pablo en la Escuela de Arte aunque disentíamos por su fuerte afición al
ocultismo.
Todos
lamentaron las inexplicables circunstancias de su deceso pero, debido a sus
extravagancias de carácter, nadie tenía la certeza de que aquello hubiera sido
accidental.
Desde
que la miré sentí un leve aturdimiento que fue agravándose al anochecer con los
enigmáticos detalles de la conversación. Parecía que estaba repartiendo sus
pertenencias, pues insistió en darme una pintura empapelada del difunto.
Tuve
la sensación de que los colores se mezclaban tornándose figuras inquietantes
que finalmente adquirieron la forma de la mueca aterrada de Pablo al morir.
Sintiéndome
sofocado y al borde del ahogo, me incliné desorientado en el balcón.
Antes de perder el equilibrio y caer, vi que la ex amante de Pablo, ansiosa en la esquina, sosteniendo otra pintura empapelada, aguardaba.
Publicado
en Revista Fantastique. (México,
2019).
La gota
Había una vez una
gota de agua que se deslizaba despreocupada. De pronto sintió en sus moléculas
una calidez que la seducía… se volvió tan intensa y breve que no pudo advertir
el momento preciso de su propia evaporación.
Publicado
en Revista Peruana de Ficción Breve
Plesiosaurio No. 10, 2018 y en Antología Centroamericana de minificción
“Tierra Breve” (El Salvador) 2018.
Oceanum
Al
principio confundía su voz con el estruendo de las olas. Su piel ocre y aliento
salobre lo distinguían entre los lugareños.
Había
llegado con las primeras lluvias. Su origen era misterioso.
A
veces, en español arcaico, hablaba de tiempos lejanos y otras latitudes, luego,
inmóvil, guardaba silencio de mar en calma.
Al
anochecer cuando la tempestad bramó, lo advertí en penumbra frente al mar
bravío. Parecía reclamarlo...
Avanzó
impasible mientras sus piernas se tornaron en pétreas columnas.
Antes
de verlo desaparecer un resplandor repentino me develó el rostro inerte de un
ídolo encallándose en el fondo del océano.
Norma
Yurié Ordóñez (guatemalteca)
Diseñadora Gráfica de profesión. Realizó estudios de Cinematografía en 2009.
Segundo lugar, categoría cuento, “Don Simón”, Primer Premio Nacional de
Literatura para Nuevos Escritores, Diario de Centro América, 2013. Cuentos en
antologías: “Viaje a la oscuridad”, Editorial Mexicana Lengua de Diablo, 2015 y
Antología Centroamericana de minificción “Tierra Breve” (El Salvador), 2018. Ha
publicado, además en revistas como Gazeta
(Guatemala) Fantastique, Ek Chapat,
Reminiscencia, Teresa Magazine, Perro Negro de la Calle e Ibídem (México) Plesiousario (Perú) y en el suplemento Cultural del diario la Hora
(Guatemala), 2020.
Ig: microcuentos_normayurie
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