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viernes, 17 de julio de 2020

(71)Norma Yurié Ordóñez



Sospecha

Cuando desperté encontré el libro que estaba escribiendo, abierto y en blanco. Todas las cosas del departamento destruidas, la puerta abierta. Empiezo a recoger todo. Me siento y pienso que parte de la historia no le habrá gustado esta vez a mi personaje.

Publicado en Revista Peruana de Ficción Breve Plesiosaurio No. 10, 2018.

 

La sombra inconforme

Se extendía inmutable bajo el árbol.

A pesar de su sobria existencia, esta sombra era distinta, le daba por divagar en amargas meditaciones y tendía a la introspección.

Se quejaba cuando el sol cambiaba de posición o cuando el movimiento de las hojas filtraba las centellas que alteraban su forma.

Al llegar el ocaso, su neurosis aumentaba pues recordaba el viejo cliché que la asociaba con el lado oscuro humano y las malas intenciones.

Por las noches, bajo la luz de la luna, las otras sombras la escuchaban refunfuñar en medio de la oscuridad.

Publicado en Revista Peruana de Ficción Breve Plesiosaurio No. 11, 2019.

 

Siga usted por aquí

Lo reconocí en la fila del aeropuerto.

Parecía que había esperado varias vidas en ese puesto.

Era él. Estaba más viejo, pero conservaba la misma sonrisa cínica.

Como sucede en países como estos, la gente lo ignoraba o no tenían memoria pues se conducía con total impunidad.

Busqué la enigmática llave en la caja, había tenido tiempo para memorizar la combinación.

Le entregué el boleto indicado.

Lo desvié “a un área exclusiva” y antes de salir me aseguré de sellar la única puerta.

La que lleva sin escalas al inframundo.

Publicado en Revista Gazeta (Guatemala), 2020.

 

El otro

Confinado, lo vi desde el resquicio de la puerta, alejándose descaradamente en mi automóvil.

Parece inverosímil que a pesar de nuestra semejanza me retenga, invadiendo la casa sin articular conversación alguna.

Anoche lo escuché llamando al editor para negociar mis textos, aunque diferimos en estilo supe que llevaba semanas reemplazándome furtivamente, incluso entregando borradores en persona.

Recuerdo que en una ocasión intenté llamarlo por su nombre mientras subía las escaleras pero, vestido con mi ropa interior, vaciándose mi colonia, apenas volteó con risa sardónica.

Debo admitir que desde hace unos días logré liberarme el tiempo suficiente para destruir su retrato, el mismo que había pintado describiéndolo de manera minuciosa antes de transfigurar enigmáticamente apoderándose de mi biografía.

Hace un momento, tras mi última advertencia, lanzó una carcajada estridente burlándose de mí y salió golpeando la puerta.

¿Cómo explicarle que solo es un heterónimo creado por mí y, que apoderándome de la pluma nuevamente estoy a punto de eliminarlo como a cualquier otro personaje?

Publicado en Revista Ibídem (México), 2020.

 

Acepte usted el encargo

Conocí a Pablo en la Escuela de Arte aunque disentíamos por su fuerte afición al ocultismo.

Todos lamentaron las inexplicables circunstancias de su deceso pero, debido a sus extravagancias de carácter, nadie tenía la certeza de que aquello hubiera sido accidental.

 Días después, inesperadamente, me llamó una antigua amante suya citándome en un café alejado del centro.

Desde que la miré sentí un leve aturdimiento que fue agravándose al anochecer con los enigmáticos detalles de la conversación. Parecía que estaba repartiendo sus pertenencias, pues insistió en darme una pintura empapelada del difunto.

 Al regresar al edificio, aún perturbado por la impresión que me provocó una de las viudas de Pablo, desenvolví la pintura y me puse a examinarla quizá por puro morbo o porque no tenía nada mejor que hacer.

Tuve la sensación de que los colores se mezclaban tornándose figuras inquietantes que finalmente adquirieron la forma de la mueca aterrada de Pablo al morir.

Sintiéndome sofocado y al borde del ahogo, me incliné desorientado en el balcón.

Antes de perder el equilibrio y caer, vi que la ex amante de Pablo, ansiosa en la esquina, sosteniendo otra pintura empapelada, aguardaba.

Publicado en Revista Fantastique. (México, 2019).


La gota

Había una vez una gota de agua que se deslizaba despreocupada. De pronto sintió en sus moléculas una calidez que la seducía… se volvió tan intensa y breve que no pudo advertir el momento preciso de su propia evaporación.

Publicado en Revista Peruana de Ficción Breve Plesiosaurio No. 10, 2018 y en Antología Centroamericana de minificción “Tierra Breve” (El Salvador) 2018.

 

Oceanum

Al principio confundía su voz con el estruendo de las olas. Su piel ocre y aliento salobre lo distinguían entre los lugareños.

Había llegado con las primeras lluvias. Su origen era misterioso.

A veces, en español arcaico, hablaba de tiempos lejanos y otras latitudes, luego, inmóvil, guardaba silencio de mar en calma.

Al anochecer cuando la tempestad bramó, lo advertí en penumbra frente al mar bravío. Parecía reclamarlo...

Avanzó impasible mientras sus piernas se tornaron en pétreas columnas.

Antes de verlo desaparecer un resplandor repentino me develó el rostro inerte de un ídolo encallándose en el fondo del océano.

 

 LA AUTORA

Norma Yurié Ordóñez (guatemalteca) Diseñadora Gráfica de profesión. Realizó estudios de Cinematografía en 2009. Segundo lugar, categoría cuento, “Don Simón”, Primer Premio Nacional de Literatura para Nuevos Escritores, Diario de Centro América, 2013. Cuentos en antologías: “Viaje a la oscuridad”, Editorial Mexicana Lengua de Diablo, 2015 y Antología Centroamericana de minificción “Tierra Breve” (El Salvador), 2018. Ha publicado, además en revistas como Gazeta (Guatemala) Fantastique, Ek Chapat, Reminiscencia, Teresa Magazine, Perro Negro de la Calle e Ibídem (México) Plesiousario (Perú) y en el suplemento Cultural del diario la Hora (Guatemala), 2020.

Ig: microcuentos_normayurie

 


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