Amenaza
¡Te voy a matar, te voy a matar! -me decía cada vez que yo hacía alguna travesura de grueso calibre. Y yo, rebelde y desafiante, corría riéndome de ella. La pobre, entonces, volvía sobre sus pasos mascullando su rabia. Hasta el día que escuché un ruido ensordecedor cerca de mi oreja, y ya no pude ver cómo la policía se llevaba esposada a mi abuelita.
Culpable
Ella era la culpable. La única culpable y lo sabía. Él ya se lo había dicho infinidad de veces con cada golpe, con cada insulto. Y como se sabía culpable siempre lo perdonaba cuando él, aplacada la ira, también le pedía perdón.
Incluso aquel día en que un impulso desconocido la llevó a rebelarse y aunque fue en defensa propia, le pidió perdón por última vez, antes que cerraran el féretro.
Caperucita y el lobo
Todos los veranos iba al bosque a visitar a la abuelita. Ansiaba ese tiempo de verdes exuberantes porque entre la vegetación la esperaba el lobo, con quien –luego que se sacara el disfraz de feroz animal- daba rienda suelta a su ardoroso amor. Después los jóvenes inventarían la conocida fábula para esconder su romance. La abuelita que sufría de demencia senil, jamás pudo desmentir nada y fue así cómo la historia llegó a nosotros como si fuera un cuento.
Defensa
De entre los soldaditos de plomo con cola de
sirena, uno sobresalía sentado en un caballito de mar. Desde allí ordenaba al
ejército de peces espada para la batalla contra los pescadores… Cuando fue
izada la red a cubierta, no entendieron por qué estaban los hilos cortados.
Metamorfosis
La vida tiene sus bemoles,
dijo. Y la transformó en melodía.
Embriaguez
Se bebió la vida de un
sorbo. Y durmió eternamente.
La visita
Llegó inesperadamente como
otras veces y como otras veces le dije que se fuera, que no vuelva. Que aquí
nadie la quiere ni yo tampoco, por más que me busque y me busque. Y si bien
varias veces estuve a punto de irme con ella, al final -felizmente- no lo
hice. Guardó silencio y una vez más se fue,
sabiendo que volvería a pesar de mi rechazo. Se fue despreocupadamente, casi
sin dar importancia a mis palabras. Se puso la capucha, cerró su capa negra,
tomó su guadaña y se perdió en la niebla del camino.
Los cuadros
Sentado en un sillón de la
gran sala aguardaba que me atendieran. Observaba indolente los numerosos cuadros con retratos
en las paredes pero me llamó la atención el de una mujer que me miraba
fijamente y sonreía. Sacudí mi cabeza, incrédulo, pero al fijarme nuevamente en
la pintura, ella seguía sonriéndome levemente. Miré al resto y descubrí
atemorizado, que todos los rostros me sonreían.
Súbitamente se abrió la puerta y un hombre adusto me invitó a pasar.
Mientras caminaba, iba mirando los cuadros con receloso disimulo: uno de ellos
estaba con el lienzo en blanco.
EL AUTOR
Rodolfo Lobo Molas
Poeta,
Escritor, Piloto Comercial de Avión,
Piloto de Planeador, Locutor, Periodista, miembro de la Sociedad
Argentina de Escritores (SADE). Ha publicado el ensayo Catamarca, Ensueño y
Leyenda a través de la Universidad Nacional de Catamarca y el libro de poesías Los pájaros de la lluvia a través de su propia editorial Phaway. Ha
sido editado en diversas publicaciones en la web, ha participado de numerosos
encuentros literarios y actos culturales con su obra, participó de 18
antologías nacionales y 19
internacionales de microficción, poesía y narrativa y obtuvo diversos premios y
distinciones como Distinción al Mérito “San Fernando”, de la Municipalidad de
San Fernando del Valle de Catamarca, Distinción “Reconocimiento al aporte de
las artes a nuestra comunidad” del Poder Legislativo de Catamarca, Distinción de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación por un primer premio
obtenido en México y premios nacionales e internacionales como 1º Premio III Concurso de Cuentos y
Relatos, por cuento, Sociedad Italiana de San Pedro, Buenos Aires, 1º Premio Certamen Nacional de
Sonetistas Bialet Massé, Córdoba, Argentina, 1° Premio en el Primer Premio Literario
Internacional Letras de Iberoamérica, poe-sía, de la Revista En Sentido
Figurado, México, 1° Premio Certamen
Celeste y Blanco, poesía, Biblioteca Popular Almafuerte, Pergamino, Buenos
Aires, 3° Premio Décimo
Quinto Certamen Literario Nacional “Leopoldo Lugones”, Cuento breve, Necochea,
Buenos Aires, 3° Premio Certamen Nacional de
Microrrelatos Bialet Massé, de La Hora del Cuento y SALAC, Córdoba, Argentina, entre otros.
Su obra se ha publicado en Canadá, Chile,
Colombia, Costa Rica, Cuba, España, Estados Unidos, México, Perú, Venezuela y
Argentina.
2 comentarios:
Felicitaciones. Me encantaron los micros.
Felicitacionez maestre!@
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