> Letras Itinerantes: (51)LORENA DIAZ MEZA

viernes, 27 de diciembre de 2019

(51)LORENA DIAZ MEZA




SELECCIÓN DE MICROCUENTOS



MIEDOS II

A veces sueña que la mano de la abuela sale de debajo de la cama y se mete entre las mantas para pellizcarla, como cuando hacía algo malo. Entonces despierta asustada, enciende la luz, saca la caja que tiene escondida entre los zapatos que ya no usa y revisa que la mano aún esté ahí. Recuerda que la abuela siempre le decía que, cuando necesitara algo, ella le daría una mano. Cuando se repartieron a la abuela todos sabían qué parte le correspondería a ella. Entonces se duerme tranquila, sabe que la cabeza está en la pieza del fondo.


CONFESIÓN I

Devuélvanme mi almohada, que me voy a dormir. Ustedes deberían hacer lo mismo. Con los quejidos del abuelo, llevábamos días sin pegar un ojo. Ahora por fin descansaremos, así que no me miren así. No se enojen, estaba viejo. Deberían haberle cortado las uñas, miren cómo me dejó tratando de defenderse, menos mal que ya no tenía muchas fuerzas. Y que les quede claro: yo no lo maté. Le ayudé a morir, que es muy distinto.


POR NECESIDAD DE LA EMPRESA

Pasó la lengua, una vez más, por encima de la línea roja que se formaba desde el pecho hasta el vientre, y comprobó que hasta en eso le habían mentido: su jefe no tenía la sangre tan fría.


DONANTE

Nadie me dijo que la sangre que donara tenía que ser mía. Cuando me retiré con los dos bidones, se quedaron mirándome sin siquiera despedirse. Se deben haber arrepentido, los malagradecidos.


CUESTIÓN DE GUSTOS

Pasada la medianoche y acabado el hechizo, a Cenicienta no le gusta que le pongan los zapatos: prefiere que se los saquen.


CUENTOS DE HADAS

Érase una vez que un hombre golpeó a su mujer. Érase otra vez el mismo hombre que arrepentido, prometió a su esposa respetarla y amarla hasta el fin de los días. Érase una tercera vez en que un sujeto, nublado por la ira, olvidó su promesa y volvió al ataque. Érase una vez más en que pidió disculpas. Érase una vez unos niños que, huérfanos de madre y abandonados por su padre, no creían en los finales felices.


HANSEL Y GRETEL I

La niña se encargó, minuciosa y disimulada, de ir recogiendo las miguitas que su hermano iba dejando en el camino para volver a casa. Ella quería perder el rastro que devolvía al traidor de su padre.



Lorena Díaz Meza 

 Santiago de Chile. Licenciada en Letras y profesora de Lenguaje y comunicación. Gestora cultural. Escritora. Ha escrito los libros de cuentos "Existe" y  "Bajo llave" y los libros de microficción "Príncipe busca princesa" “Sangre en el ojo” y “Cuerpos cansados” Ha participado en numerosas antologías nacionales y extranjeras, entre ellas ¡Basta! cien mujeres contra la violencia de género. Pertenece al colectivo: Señoritas Imposibles: escritoras de narrativa negra y al colectivo Ergo Sum. Ha participado en las Itinerancias de escritores organizadas por CNCA y sus textos han sido traducidos al Inglés y al francés, Es monitora de talleres literarios y encuadernación y Directora de Ediciones Sherezade.


2 comentarios:

pia barros dijo...

Lorena es MUY buena. Gran escritora y gran editora! Un orgullo para Chile.

Luis Ignacio Muñoz dijo...

Gracias, maestra Pia Barros, es para mi un honor que comente esta publicación. Un saludo cordial.