> Letras Itinerantes: (39)LILIAN ELPHICK

martes, 27 de agosto de 2019

(39)LILIAN ELPHICK

(39)LILIAN ELPHICK





En esta entrega de Letras Itinerantes contamos con la presencia de los textos del libro de minificciones “Capilar”, de Lilian Elphick (Eutôpia Ediciones, 2018, Santiago de Chile). 

      La creadora de Brevilla y autora de Confesiones de una chica de rojo y El crujido de la seda, entre otros; nos deleita con siete minificciones que hacen parte de uno de sus últimos libros




Uno

Cuando encuentres la llave de las idealizaciones, llámame. Una palabra es una palabra; vas caminando a toda prisa, el periódico bajo el brazo, piensas en mí, tan lejana e inasible, cubierta de una piel fantasmagórica que ya has besado y entreabierto: puerta, llamarada, galope bravío.Los adioses son muchos amores encadenados. Ya ves que esta escritura se despide a sí misma desde el instante de su nacimiento. No basta el dolor de dejar las cosas como están, partir a ejercer otras luchas, desear un mundo nuevo, sin heridas.Me importa tu mirada.

Dos

Ya estaba oscuro cuando nos encontramos en la habitación vacía. Cerré la ventana, mientras desabrochabas el botón de un deseo de marejada furiosa. Luego, el sostén cayó al suelo. Sonaron los ganchos metálicos. Mi silueta huía de tus manos, se deshacía en la boca de la noche, hambrienta y pertinaz. De mí quedaron sólo los pezones que brillaban como faros. Había niebla, por eso buscabas el camino de vuelta.Cuando saliste a la luz, la ilusión de mi cuerpo pesaba en tu memoria.Insistías en ser silueta, el contorno brutal de un amor que se maldice.


Tres

Escríbeme, dame forma, conmuéveme y descéntrame. Escríbeme, señala el norte de las palabras, hazme historia fugitiva para arrancarme esta piel y entregarme a tus manos. Escríbeme, inventa cómo era yo en el tiempo de las cerezas corazón de paloma, cómo tu boca recorría las caderas y besaba el cielo del pubis.Querías ser testigo de mis sueños. Me veías marchando por las calles, huyendo de los gases, del agua sucia de la policía. Me veías gritando consignas: «queremos comida», «queremos salud», «queremos justicia», «queremos memoria».Dijeron que merecía la muerte. Así, amarraron mis pies y manos con alambre y, desde un avión, me lanzaron al Pacífico. Llevé tu nombre al agua.No te olvides de mí: escríbeme.

Cuatro

La calle era nuestra matria. Fuimos los perseguidos, los condenados a muerte, los exiliados, los asesinados por la espalda. No nos importó la lluvia ni el frío: siempre estuvimos ahí para caminar todo eso que nos faltaba.La calle era nuestra. Hacíamos el amor en la esquina de las revueltas. A mí me gustaba que acariciaras mi miedo, que pasaras la mano una y otra vez hasta llegar a la entrepierna. Nos miraban y nosotros reíamos, el pelo erizado ante el palo que golpeaba el deseo, el palo rabioso que mordía la luna caliente de tus labios.En la calle te perdiste, amante compañero. Los años te llevan conmigo.


Cinco


Juan y Laura. Así nos llamamos. Nuestros registros dicen otros nombres. Los padres no quisieron aventurarse en lo original y recordaron que la proclama es una familia muerta a balazos.Crecimos en el mismo barrio; fuimos a la misma escuela. Tuvimos las mismas manchas de tinta en los dedos.Atesoramos pistolas que fueron nuestras enamoradas.Leímos Eloy, de Carlos Droguett.Tuvimos toda la juventud por delante, y nos amamos bajo los álamos del invierno. Algún día, dijimos, todo esto va a cambiar, mientras la bencina escurría por nuestros cuerpos.Nos enterraron juntos, hueso contra hueso.

Seis

Había una vez un perdido. Había. Los tiempos se conjugaron para ser menos precisos. No bastaba con nombrar los años en el recuerdo de una escritura. Era el perdido y punto. Con nombre y apellido, debo agregar; una altura definitiva, el color de ojos variable, sin lunares ni tatuajes, la voz ahorcada con la transmisión de una herida de guerra.Y a ese perdido amé. Porque no había futuro lo amé, porque nos juntábamos bajo los faroles de ciudades invisibles, porque mentíamos la ilusión que nos rescataría del abandono, de la vergüenza, de la burda manera de susurrar «algún día».La palabra vale sangre, le dije, mientras se iba dejando su sombra bajo mi cuidado.


Siete

Y tu sombra es la sábana que me cubre. Es la palabra no dicha. No es un refugio, no es el hontanar donde sueñan los caídos, no extraña su extrañeza desde la muerte profunda. Sólo me cubre la certeza del amor en este espacio de escritura. Es miserable, lo sé. Es atroz descubrir que fuimos pieles de soledad cuando debíamos partir y despedirnos del beso y el abrazo.Juan y Laura. Más de alguien elevará la pancarta con nuestros nombres: la hermana menor, la madre sin años, el vecino, el hombre junto al árbol.Había silencio en las salas de tortura.





LA AUTORA


Lilian Elphick 


Nació en  Santiago de Chile en 1959. Es Licenciada en Literatura y con estudios completos de magíster en Literatura Hispanoamericana y Chilena, por la Universidad de Chile. Escritora. Directora de Talleres Literarios. Editora página web Letras de Chile Y Brevilla. Correctora de textos. Libretista de Televisión. 1993-1995. Presidenta Corporación Letras de Chile. 2003-2004. Edición general libro “Al Sur de la palabra”. Cuentos y Ponencias del IV Encuentro Internacional de Escritores por el Fomento del Libro y la Lectura. Corporación Letras de Chile. Agosto 2004, 2005. Participación en el 11º Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura, en Resistencia, Chaco, Argentina. Fundación Mempo Giardinelli y Corporación Letras de Chile. Agosto de 2006. Participación en la XII feria internacional del libro de la Paz, Bolivia. Agosto de 2007. Organización de Sea breve, por favor, Encuentro chileno de Minificción, Santiago de Chile. Agosto de 2007 y Noviembre de 2008. Participación en el VI Congreso Internacional de Minificción, Bogotá, Colombia. Octubre de 2010.  Participación y organización de Sea breve, por favor, III Encuentro Chileno de Minificción, Valparaíso, Chile. Mayo/Junio 2011. Participación en las IV Jornadas Nacionales de Minificción, Mendoza, Argentina. Noviembre de 2011. Primer Premio por el conjunto de poemas "Naturaleza y destino (siete poemas para ciegos)".
 Ganadora del Concurso de Cuentos Querido Borges III, California, 1989 y finalista en más de quince certámenes literarios a nivel nacional e internacional.
Libros publicados: La última canción de Maggie Alcázar (Cuentos). Mosquito Comunicaciones, 1990, Santiago de Chile. El otro afuera (Cuentos) Editorial Cuarto Propio, 2002, Santiago de Chile. Ojo Travieso (Microrrelatos)  Mosquito Comunicaciones, 2007, Santiago de Chile. Bellas de sangre contraria (Microrrelatos) Mosquito Comunicaciones, 2009, Santiago de Chile. Diálogo de Tigres (Microrrelatos) Mosquito Comunicaciones, 2011, Santiago de Chile. Confesiones de una chica de rojo (Microrrelatos) Mosquito Comunicaciones, 2013, Santiago de Chile. K (Microrrelatos) Ceibo Producciones, Santiago de Chile, 2014.


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