(40)"En breve II Bolivia"
El número 40 de Letras Itinerantes dedica, una vez más, su interés por la microficción boliviana. Presentamos a siete nuevos representantes, que con sus escritos nos develarán una variedad de historias que recorren el día a día del ser humano, desde sus luces, pero sobre todo desde sus sombras. Como lo comprobarán en esta entrega, estamos seguros que la microficción en Bolivia seguirá su desarrollo tanto de autores como de lectores. Por ahora, los invitamos a leer y disfrutar estos textos.Edición realizada por Eliana Sosa Martinez
LA ALCANCÍA
Jackeline Rojas Heredia
Renata se casó.Durante su luna de miel, estuvo activo el celular de su marido, lo escuchó hablar entre susurros, aún durante las madrugadas. Nunca se atrevió a preguntar.Le enseñaron que para conservar a un hombre es mejor callar. Se resignó a su papel e intentó ser feliz en las pequeñeces y en los instantes, espacios en los que podía ser reina, mujer, madre, a veces, amiga. Vivía para eso y huía de cualquier indicio capaz de quebrarle la paz.Junto al buró una alcancía.Felipe vivía holgadamente, se sentía completo y pleno de satisfacción, sus negocios y su fama se incrementaban a diario, así como las mujeres a su alrededor.Lo mejor de todo era llegar a casa y ser tratado como rey, todo limpio, comida deliciosa y una mujer callada, que además ahorraba.Pasaron los años, se hizo viejo sin creérselo mucho, la ensoñación de su vida no había pasado.Un día quebró su empresa, le llovieron demandas fiscales, las amantes lo denunciaron, lo señalaron y lo abandonaron. No importa, se dijo para sí, en casa está Renata, la fiel y callada Renata y ya es tiempo de compartir mi vejez con ella.Respiró hondo e ingresó a casa más temprano de lo acostumbrado. No encontró a su mujer, ni la cena, ni la casa limpia. Tampoco halló la alcancía.
CULPABLE
Jorge Kalaf.
Todos pensaron que era un chivo expiatorio (siempre fue el tonto del pueblo), se desconcertaron cuando se declaró culpable.Se mantuvo impasible en todo el juicio y también cuando lo ahorcaron, hasta se podría decir que murió con una leve sonrisa en el rostro.La verdad es que rebosaba orgullo, se sorprendió que lo creyeran capaz de un plan tan astuto, tan perfecto.
Zapatito
Jorge Jesús Barriga
Zapatito era un payaso viejo, sus chistes estaban
más gastados que sus suelas y el color del maquillaje ya no salía de sus
arrugas. De todos modos pocos éramos los que lo reconocíamos cuando vestía de
civil y menos aun los que le conocíamos de su nombre de pila.
Como payaso tampoco era muy famoso, pero como
cobraba baratito no le faltaba el pan y de vez en cuando se le acercaba algún
pequeño sonriendo y eso le alegraba mucho —me calienta el alma— me decía cuando
compartíamos unos tragos —como este tu singani me calienta la barriga— y se
mataba de risa como si no tuviera problemas.
Nos veíamos casi todos los lunes para ponerle unos
tragos, me alegraba conversar con él. No me puedo quejar, me va bien como
albañil. Yo ponía el singani y él las anécdotas. De un día para otro dejó de
venir y poco después me enteré que había muerto.
Cada vez que veo a un niño, pienso en Zapatito y
en que me gustaría tener el poder de sacarle una sonrisa a cualquier pequeño,
entonces me pongo triste.
Dos hiperbreves de Vanessa Ligia Giacoman Landívar
HUÉSPED
Sandra nunca me comentó que el visitante tendría cuernos y ojos rojos; ahora no puedo reclamarle en el infierno.
OJOS ASÍ
Me
gustaban mucho sus ojos así que los puse en formol en mi mesita de noche.
PROCESIÓN
Ramiro Antonio Jordán
Juan
Gonzáles, vecino de la Alameda Junín, un domingo de Septiembre sacó a pasear a
Satán, su perro doberman de cuatro años; cuando se los veía pasear no se sabía
quién paseaba a quién.Era una
tarde de toborochis blancos en flor, había poca gente, el tráfico de vehículos
casi nulo.De
repente oscureció, empezó a soplar un viento gélido, las hojas del suelo
empezaron a volar de forma extraña, como si algo o alguien jugara con ellas,
Satán se encrespó y se puso a gemir; en la Alameda empezaron a aparecer sombras
de ninguna parte que se cruzaban, se escuchaba el roce de ruidos que hacían
aullar a Satán, del suelo salía un vapor húmedo y hediondo, el tiempo parecía
haberse detenido.
Juan,
asustado se sentó y abrazó a Satán, que también temblaba. De una casa cercana
empezó a verse una luz azul verdosa, y a escuchar gemidos de dolor, gemidos que
parecían de ultratumba. Vio unas sombras con vestidos viejos que se movían sin
saber cómo; sombras que llevaban en las manos huesos, cabezas, costillares
mondados que parecían de adultos, niños y bebés sin carne. Las sombras formaban
una procesión a lo largo de la calle, Juan cada vez más asustado no atinaba ni
a moverse. Repentinamente apareció frente a él un rostro cadavérico y escuchó
dentro de su cabeza, nos llevamos a nuestros muertos, no digas nada ni comentes
porque vendremos a buscarte si lo haces.
Juan se desvaneció y cuando despertó era de día y Satán estaba muerto
echado a sus pies.Los días
siguientes fueron terribles para Juan, sentía ruidos de día y de noche, no
podía dormir, tanto así que se fue por varios días a casa de su hermana, en el
Palmar del Oratorio sin que se le pase el susto.Cuando
volvió a su domicilio, se puso a averiguar con sus vecinos más antiguos, de esa
casa y se enteró que hacía muchos años vivía allí una bruja que, hacía hechizos
y además se dedicaba a cometer abortos, contaban que con los fetos hacía
encantamientos de magia negra, los muertos que recogieron a sus muertos.
FRENTE AL ESPEJO
Sisinia Anze Terán
El hombre acaba de tomar su ducha matutina. Huele a
jabón, a desodorante. Camisa almidonada, pantalones bien planchados, su
chaqueta negra cuelga en el respaldar del sillón junto al ropero. Decide no
usar los gemelos que heredó de su padre, aunque es una fecha significativa.
Afanoso, ajusta el nudo en su cuello frente al espejo. Fuera de la habitación
se escuchan los apagados gemidos de Eloísa, su esposa, y un indefinido
cuchicheo de personas. Tristeza profunda, rabia que perfora el pecho. Cierra
los ojos, recuerda a su pequeño hirviendo en fiebre. “Papá te va a curar, hijo;
dos cucharadas de jarabe, dos nada más”, pero el niño no se cura. El hombre
sacude la cabeza, quiere espantar aquella terrible evocación. Aprieta los
dientes y los hace rechinar. Sabe que nada apaciguará aquel dolor. Toma valor
y, de una patada, hace caer la silla donde estaba parado. Y así, el nudo
alrededor de su cuello ejecuta su mortal propósito.
#DRINK16
Waldo Xavier Varas
Un árbol está creciendo en mi barriga. Mi papá me lo dijo cuándo le conté que me comí una semilla de la sandía de la tarde. Me lo imaginé creciendo poco a poco, con sus ramas llenándose de verdes hojas, pero, aun así, lo vi triste, lo vi solo. Entré a la cocina y me robé las semillas de mandarina que quedaron del desayuno y las semillitas de albahaca y manzanilla del té de mamá. Tomé cinco vasos de agua y esperé. Poco a poco empecé a sentir como mi estómago se llenaba de vida, flores y hierbas. Cerré los ojos y pude escuchar las aves que cantaban con felicidad por el nuevo hogar. Ahora estaba contento. Tenía un propio jardín donde jugar.
LOS AUTORES
Jackeline Rojas Heredia, suele publicar cuentos y poemas con el seudónimo
“Elisangela Heredia”.
Ha publicado su primer poemario Tinta Violeta y ha
participado en diversas antologías de cuento y poesía, entre ellas, la
Antología ¡Basta! de la escritora Gaby Vallejo Canedo; en la Antología
sobre poesía narrativa, Escritoras Cochabambinas (Caballero,
Carvalho y Vallejo); y en la antología dirigida por el escritor Homero
Carvalho, Poetas Bolivianos contemporáneos, ediciones Amargord.Titulada en Ciencias de la Comunicación Social de la
Universidad católica San Pablo de Cochabamba. Tiene algo más de 15 años en el
periodismo escrito, con reportajes, ensayos, artículos y notas publicadas en
los periódicos: Los Tiempos, Opinión, Gente, La Razón y posteriormente fue
editora y periodista del área cultural y del suplemento La Esquina de Cambio,
periódico estatal.Ganó el segundo lugar a nivel nacional (Bolivia), en
el concurso periodístico sobre “Transparencia y Control Social”, otorgado por
el Centro de Estudios Aplicados a los Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (CEADESC). Es también activista por los derechos de la mujer y ha
participado en distintos proyectos con la temática mencionada.
Jorge
Kalaf. Nací en Sucre Bolivia, y desde muy pequeño traté
desesperadamente de no ser escritor, no lo conseguí. Solo promocioné mis
escritos en círculos literarios, y reuniones alcohólicas y bohemias, pero ya tendrán novedades,
pues hace un año estoy escribiendo seriamente.
Jorge Jesús Barriga Sapiencia nació
Potosí 19 de enero de 1979. Licenciado en Comunicación Social egresado de la
Universidad Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca con
una maestría en Comunicación y Nuevas Tecnologías de la Educación en la
Universidad Andina Simón Bolívar.
Forma parte de “Macabro Festín” Antología de cuentos de terror de la Editorial Soy Livre. Así mismo dos de sus cuentos: “Moneda al aire” y “La máquina” se han incluido en las antologías de cuentos de “Paradojas” y “Onomatopeyas” en sus versiones electrónicas y audiorevistas de la Página Web de literatura Historias Pulp de España. El cuento “Las Vacaciones” aparece en la antología “Los Gatos” de la revista de literatura Aeternum de Perú, en el portal de descarga de libros digitales Lektu. Finalmente, el cuento “El cobertizo de las horas” forma parte de la revista latinoamericana de ciencia ficción “Espejo Humeante” año 2 número 3 junio del 2019.
Vanessa Ligia Giacoman Landívar poeta y narradora boliviana, nació la ciudad de Cochabamba, Bolivia, el 3 de abril de 1976. Escribió 14 libros de distintos géneros, entre terror fantasía y poesía. Sus libros más vendidos son. Luznar: El viaje misterioso y El sonido de la sangre. Actualmente forma parte de Supernova, Escritores Unidos y PEN internacional. Ganó dos premios importantes, mención en el Concurso nacional de cuento «Adela Zamudio» y galardón del Cóndor de los Andes en el concurso de «Poetas de Hispanoamérica».
Ramiro Antonio Jordán
Vercellone Escribir es un reinventarse, es transmitir
sentimientos y sueños. Es dejar que maduren en el tintero el sueño inconcluso o
mal traducido, es soñar con mundos alternos, fantásticos y reales como la vida
misma.
¿Qué puedo decir de mi biografía? Creo que muy poco,
en el diario soy una persona ordinaria pero cuando escribo me poseen fantasmas
que me transforman en un escribidor de sueños y juglar del siglo XXI.
Mis libros publicados son tres y dos en ejecución: ¨ANOCHE
EL CIELO SE INCENDIÓ¨ y ¨UNICORNIO¨ libros de poesía y un tercer libro de
Vivencias ¨EL LATIDO DE MIS HUELLAS¨ libro que trata un poco de mi historia en
formato de cuentos cortos y otros de pequeñas locuras que me nacen del alma.
Mi proyecto es seguir en esta aventura (poco
entendida) pero muy feliz por haberla descubierto a mis sesenta años.
¿Qué puedo decir de mi biografía? Creo que muy poco, en el diario soy una persona ordinaria pero cuando escribo me poseen fantasmas que me transforman en un escribidor de sueños y juglar del siglo XXI.
Mis libros publicados son tres y dos en ejecución: ¨ANOCHE EL CIELO SE INCENDIÓ¨ y ¨UNICORNIO¨ libros de poesía y un tercer libro de Vivencias ¨EL LATIDO DE MIS HUELLAS¨ libro que trata un poco de mi historia en formato de cuentos cortos y otros de pequeñas locuras que me nacen del alma.
Mi proyecto es seguir en esta aventura (poco entendida) pero muy feliz por haberla descubierto a mis sesenta años.
3 comentarios:
Muchas gracias por incluir mi trabajo en este maravilloso número! ¡Mil felicidades por la iniciativa!
Con muchísimo gusto, gracias también por hacer parte de esta valiosa entrega de autores de Bolivia.
Qué maravilla, felicitaciones, hermosos trabajos
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