miércoles, 27 de febrero de 2019
(21)HOMERO CARVALHO
Tomiashe Arakaki tardó una vida en
descubrir todas las formas secretas que encierra el papel. Cuando, por fin,
creyó que había dado forma al último de los animales de la creación, supo por
un sueño que aún le faltaba un mamífero bípedo. Con la experiencia ganada en
setenta años, dobló y plegó, hábilmente, la hoja y, en segundos, fueron
apareciendo las extremidades, el tronco y la cabeza del hombre. Satisfecho con
su obra lo dejó sobre la inmensa mesa en la que, a lo largo de siete décadas,
había ido acumulando sus seres de papel y se fue a descansar. Al día siguiente,
descubrió asombrado y abatido que varios de sus más hermosos animalitos habían
sido cazados y destrozados.
Con los años el verdugo adquirió tanta
experiencia, que de un tajo, limpio, certero y sin dolor alguno, cortaba la
cabeza de sus víctimas. Sin embargo, nunca recibió de ellas una palabra o un
gesto de agradecimiento.
Jesús, el Cristo, con voz fuerte, le
dijo a Lázaro, que ya llevaba cuatro días de muerto, que se levantara y saliera
de la cueva y Lázaro salió caminando de su tumba para gloria de George A.
Romero y Milla Jovovich.
Doña Justina Cusicanqui, tierna y sabia anciana, cuenta
que escuchó a su abuela relatar la historia de un aymara que, ante los
porfiados sacerdotes católicos que pretendían obligarlo a bautizarse
cristianamente, para que el pobre hombre salve su alma salvaje y pecadora,
respondió muy sereno:
Hay hombres que tienen, bien merecidos,
sus monumentos. Las palomas, esos tiernos símbolos de la paz, nos vengan de
todos sus agravios.
Y, entonces, acabada la cena, el Conde
Vlad Drácula, alzó su copa llena y la pasó a sus discípulos, diciendo: tomad y
bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre. Sangre de la alianza
nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres. Haced
esto en conmemoración mía.
(*) Homero Carvalho Oliva, Bolivia, 1957, escritor y poeta, ha obtenido varios
premios de cuento a nivel nacional e internacional como el Premio
latinoamericano de cuento en México, 1981 y el Latin American Writer’s de New
York, 1998; dos veces el Premio Nacional de Novela con Memoria de los espejos
(1995) y La maquinaria de los secretos (2008). Su obra literaria ha sido
publicada en otros países, traducida a otros idiomas y figura en más de treinta
antologías nacionales e internacionales como Antología del cuento boliviano
contemporáneo e internacionales como El nuevo cuento latinoamericano, de Julio
Ortega, México; Profundidad de la memoria de Monte Ávila, Venezuela; Antología
del microrelato, España y Se habla español, México. En poesía está incluido en
Nueva Poesía Hispanoamericana, España; Memoria del XX Festival Internacional de
Poesía de Medellín y Festival de Poesía de Lima. Entre sus poemarios se
destacan Los Reinos Dorados, El cazador de sueños y Quipus. El año 2012 obtuvo
el Premio Nacional de Poesía con Inventario Nocturno y es autor de la Antología
de poesía del siglo XX en Bolivia, publicada por la prestigiosa editorial Visor
de España. Premio Feria Internacional del Libro 2016 de Santa Cruz, Bolivia. En
el 2017, Editorial El ángel, de Ecuador, publicó su poemario ¿De qué día es
esta noche? Ha publicado los siguientes libros de microficción: Cuento súbito
(2004), La última cena (2012), Pequeños suicidios (2017).
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5 comentarios:
Muchas gracias por publicar mis microcuentos queridos amigos de Letras itinerantes. Homero Carvalho
Profundidad y síntesis de sentimientos. Sin duda Homero es una digno representante literario de Bolivia.
Excelente...!!
Muy bueno, gracias!!
Como en pocas palabras puede expresar tanto. Me gustó mucho!!!
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