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domingo, 17 de febrero de 2019

(20)Microcuentistas de España


(20)Microcuentistas de España

Dedicada a microrrelatistas de España, esta breve semblanza es apenas un atisbo de la gran profusión de autores de este género. Por eso consideramos que es  la primera entrega y como en algunas anteriores dejamos abierto el camino para continuar en las que vienen con nuevos nombres del microrrelato que cuenta con tan valiosos  exponentes.





EL  PAPEL

(Ángel Olgoso)


Encuentro en mi portal un papel que alguien ha roto en varios trozos. Está escrito a mano con letra diminuta: parece la enumeración de algo, una lista o quizá instrucciones, se trata en cualquier caso de una serie ordenada de párrafos. No hay en el mundo otro corrosivo equiparable al de la curiosidad. Intento recomponer los pedazos pero no encajan de ninguna manera. De pronto, aunque es mediodía, cae la noche. Me asomo a la ventana y veo la luna. Tras unos instantes, sale de nuevo el sol de junio pero comienza a nevar. Regreso ante el papel y, alarmado por la contemplación de tales arbitrariedades, busco atropelladamente otras combinaciones. Ni los bordes ni las líneas se corresponden. Afuera, las aves chillan enloquecidas mientras abandonan el pueblo en bandadas, unos leones rugen al arrimo de la sacristía, todos compiten con el disonante aullido de la tramontana, sobrepujada a su vez por el canto de las arenas que trae el simún de algún desierto. Se suceden los eclipses y las lluvias de sapos. Temblando, sin respiración, muevo una y otra vez los fragmentos, me esfuerzo desesperadamente en unir cada filo serrado, cada arista, cada rebaba del papel, como si con ello pudiera remendar derroteros incomprensibles o, al menos, mi propia confusión. En vano doblo y aliso irregularidades para hacer coincidir los trozos. Un tren recorre las estrechas calles desprovistas de raíles. Las olas de un mar desconocido suben por el valle, por los caminos de herradura, por los huertos en terraza, hasta batir contra las casitas de este pueblo montañés, y las guijas de sus playas ruedan inclementes sobre nuestros tejados de pizarra y nuestros patinillos. Hace años que soy viudo y, sin embargo, reconozco a mi esposa en esa figura que camina hacia mí con una sonrisa de desconcierto.



LAVADO EN CALIENTE 

Manu Espada


Cuando me abandonaste tuve que aprender a hacerme la colada. Utilizaba un programa de agua caliente, y mis pantalones y jerseys encogían tanto que parecían de bebé. Un día me olvidé un billete de cincuenta euros. Después del centrifugado se convirtió en uno de cinco. El día que me dejé el móvil recogí un celular diminuto, del tamaño de un pulgar. En otra ocasión la lavadora convirtió un balón de reglamento en una canica insignificante. Decidí meter una novela. Cogí una al azar de la estantería: Parque Jurásico de Michael Crichton. Tras el programa de lavado salió el cuento del dinosaurio de Monterroso. Hoy me he metido yo dentro de la lavadora. Te escribo esta nota con el corazón encogido: Ya he superado lo nuestro.



DISCURSO

Julia Oxtoa


Su seriedad asnal se extendía como masa de estiércol hacia nuestras narices, tan sólo en el último instante, cuando ya estábamos a punto de perecer en su dogmatismo pútrido, la poderosa carcajada de X desde la tercera fila, demudó el rostro del gran maestro de ceremonias, frenando en seco su verborrea.       Sólo entonces, el resto de la audiencia estalló en risa incontenible, dilu-yendo la densa viscosidad de su palabra única, aquella nube de negros moscardones que disputaban a los buitres los despojos del alba.       Al mismo tiempo que quedaba al descubierto el trampantojo, tras los pesados cortinajes que escondían el mecanismo que movía la boca y las manos del orador.        Sí, aquel fue un día memorable para todos nosotros, títeres de Babilonia.



EL SECRETO DEL VIENTO

Carmen Cano


El viento levantó el sombrero del poeta sentado en el parque. Con él volaron sus versos, que fueron posándose en la anciana solitaria entre los pájaros, en el enamorado indeciso, en el hombre abatido por el peso de la vida y en el soldado que desobedeció la orden de disparar.



BLOQUEO

Susana Revuelta


Se levanta a las siete puntual cada mañana. Mientras sorbe en silencio el café, termino de anudarle la corbata. Su mirada divaga perdida en el infinito cielo crepuscular. Por disimular su tristeza, asegura que le emociona el frágil equilibrio del tráfico. «Un ecosistema perfecto» suele sentenciar. Habla así desde que engaña las horas en algún parque viendo afanarse a hormigas y arañas, o pelearse patos y palomas por las migajas del pan que cuando no miro se guarda.        Antes de salir con su maletín descolorido, me cuenta que hoy toca juzgados. Ayer tenía la renovación del DNI. ¿Qué inventará mañana? Lleva desde el despido fingiendo, y sollozando a escondidas en el baño. A mí no me quedan lágrimas ya.       Le veo subirse al autobús que va en sentido contrario. Ni siquiera en eso repara. Ni en que la chaqueta crema que lleva puesta no combina con la corbata de rayas.



EL EQUILIBRIO DEL MUNDO

Ginés S. Cutillas


Del único hijo que estaba seguro era del pelirrojo. A los otros dos no los había visto en mi vida.       Tras mucho pensar, llegué a la conclusión de que al salir del hipermercado, con la confusión del gentío, me los habían cambiado. No me importó. Los cuidé durante tres años, confiando que otros harían lo mismo con los míos. Hasta el día del parque de atracciones en que –con tanto crío– me cambiaron al pelirrojo y al mayor de los extraños por una niña y un mulato. A éstos los crié durante casi diez años pero un día, al volver de la universidad, me llegaron transformados: la chica por un joven que hablaba inglés y el que más tiempo había pasado conmigo por otro con gafas que parecía autista. Aun así, y pensando que la vida era esto, consentí pagarles los estudios hasta el final.       El día que se casaba el inglés, los padrinos –que iban a ser sus pseudohermanos– fueron sustituidos por dos chicas gemelas. Nada feas, a decir verdad.       Ahora, ya en el lecho de muerte espero, cada vez que se abre la puerta de la habitación y entran tres jóvenes extraños, que sean mis hijos, los de verdad, los primeros, para poder despedirme de ellos y de este mundo que ya no entiendo.



ÁRBOL DE FUEGO

Hipólito G. Navarro


 Es el niño primero de la clase, extraño niño de sobresalientes matrículas. Por las tardes abunda en sustancia, y en el parque soslaya la facilidad de los cerezos y los arces y  trepa, con  dificultades, a lo más alto de un árbol del fuego.          Abajo, intuyendo la caída que algún día tendrá que llegar, espera sin prisa otro niño, este más discreto  tras sus gafas: el que fantasea en la clase en el último pupitre bajo el mapa, donde nunca llegan los premios del maestro.





LOS AUTORES

Ángel Olgoso
(Cúllar Vega, Granada, 1961) es uno de los autores de referencia del cuento en castellano. Ha publicado los libros de relatos "La hélice entre los sargazos""Nubes de piedra", "Granada año 2039 y otros relatos""Cuentos de otro mundo", "El vuelo del pájaro elefante""Los demonios del lugar" (Libro del Año 2007 según La Clave y Literaturas.com y finalista del XIV Premio Andalucía de la Crítica), "Astrolabio", "La máquina de languidecer" (Premio Sintagma 2009), "Los líquenes del sueño. Relatos 1980-1995" (finalista del XVII Premio Andalucía de la crítica), "Cuando fui jaguar""Racconti abissali""Las frutas de la luna" (XX Premio Andalucía de la Crítica), "Almanaque de asombros", "Las uñas de la luz" y "Breviario negro" (finalista del XII Premio Setenil al Mejor Libro de Relatos Publicado en España). También el poemario "Ukigumo" y el libro ilustrado "Nocturnario. 101 imágenes y 101 escrituras". Ha obtenido una treintena de premios y relatos suyos se han incluido en más de cincuenta antologías del género. Es, además, fundador y Rector del Institutum Pataphysicum Granatensis, Auditeur del Collège de Pataphysique de París, miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada y de la Amateur Mendicant Society de estudios holmesianos. Ha sido traducido al inglés, alemán, francés, italiano, portugués, griego, rumano y polaco.


CARMEN CANO
Valencia (España). Licenciada en Filología Hispánica. Publica microrrelatos en las webs de 50palabras, ENTC y cincopalabras.com, relatos en diversas antologías: ¡Que entre la luz! (libro solidario contra la violencia de género y el maltrato infantil), Cuentos de las Estaciones (del colectivo Valencia Escribe), Entintados (del Aula de Letras de Barcelona), Hay esperanza (libro solidario contra el cáncer). Finalista en el Concurso de RENFE Madrid (2017), seleccioonada en la Antología Canyada d’Art (2017), finalista en la Antología Canyada d’Art (2018).

Como poeta ha sido ganadora del 2 Premio y de un Accésit del grupo Numen (Comunidad Valenciana, 2016 y 2017), Mención Especial del Público en el V Concurso de Poesía José García-Nieto (2018.

JULIA OTXOA (ESPAÑA)


Nació en San Sebastián. Es poeta y narradora. Sus primeras publicaciones las realiza en poesía con Composición entre la luz y la sombra, en 1978. Su tercer poemario obtuvo el Premio de Poesía Ayuntamiento de Pasajes en 1985

     Inicia en la narrativa en 1994 con un libro de relatos, Kískili-Káskalay tres años después entra en la narrativa para niños con libros como, Lucas y el búho, o Zainorilandia. Su obra poética ha sido antologada en numerosas ocasiones, figurando entre otras, en las famosas antologías "Ellas tienen la palabra" o "Poesía Vasca" (Antología de la Revista de Literatura " Litoral" de Málaga ) En el campo del ensayo debemos a Julia Otxoa las obras Emakume Olerkariak - Poetas Vascas, (1990) . Y "Narrativa Corta en Euskadi" Estudio sobre el relato desde una selección de escritores vascos desde el exilio de la guerra civil a nuestros días (1994).       Además de su labor como poeta y narradora, su creación se extiende al campo de la poesía experimental y las artes plásticas en general (collages, fotomontajes), También desde hace algunos años viene trabajando en el universo de la ilustración infantil. Colabora además habitualmente en prensa y revistas como Barcarola, Rosa Cúbica, Turia, Leer, Zurgai, Texturas, o el Diario de Bilbao. Su obra ha sido traducida a varios idiomas como el vasco, el alemán o el italiano.



GINÉS S. CUTILLAS
Es ingeniero informático y licenciado en Documentación. Autor de los libros de relatos La biblioteca de la vida (2007) y Los sempiternos (2015); de la novela La sociedad del duelo (2013); de los libros de microrrelatos Un koala en el armario (2010, finalista del Premio Setenil) y Vosotros, los muertos (2016); y del ensayo sobre el género Lo breve si bueno, etc. Decálogo práctico del microrrelato (2016). Su obra ha aparecido en varías antologías, entre ellas Por favor, sea breve 2 (Páginas de Espuma, 2009), Velas al viento (Cuadernos del Vigía, 2010), Mar de Pirañas (Menoscuarto, 2012) o Antología del microrrelato español (1906-2011) (Cátedra, 2012). Antólogo del libro de microrrelatos Los pescadores de perlas (Montesinos, 2019).
Miembro del equipo de redacción de Quimera. Revista de Literatura. Profesor de la Escuela de Escritores. Miembro del Institutum Pataphysicum Granatensis.



MANU ESPADA
 Es Licenciado en Periodismo y Máster en Radio Desde 2000 trabaja como guionista en programas de ficción y entretenimiento en varias cadenas de televisión. Ha ganado el Premio "Relatos en Cadena de la SER", el certamen de microrrelatos de la revista Eñe, el concurso Minificciones, finalista del concurso "La Tormenta en un Vaso", o el Premio de la Editorial Grupobúho, gracias al que publicó su primer libro de relatos, El desguace (2007), al que siguió el titulado Fuera de temario (Talentura, 2010). Es autor también de los libros de microrrelatos Zoom. Ciento y pico novelas a escala, Personajes secundarios, Petricor y Las herramientas del microrrelato.


SUSANA REVUELTA
De Santander, España. Llevo 8 con el microrrelato, que fue además mi primer contacto con la escritura. He participado en ediciones colectivas (papel y digital): La Microbiblioteca, Solcultural, Estanochetecuento, Cuentos en el andén, Brevilla (Cuentos navideños 2015), Un cuento al día, Despojos del Rec, entre otras.


HIPÓLITO G. NAVARRO

(Huelva, 1961) es autor de los libros de relatos El cielo está López (1990), Manías y melomanías mismamente (1992), El aburrimiento, Lester (1996), Los tigres albinos (2000) y Los últimos percances (2005, Premio Mario Vargas Llosa NH a mejor libro publicado), y de la novela Las medusas de Niza (Premios Ateneo de Valladolid 2000 y de la Crítica andaluza 2001). Con la antología El pez volador (Páginas de Espuma, 2008), preparada por el escritor Javier Sáez de Ibarra,  recibió el Premio El Público de Narrativa 2009, otorgado por los periodistas culturales de Andalucía. Durante los años 1994 y 2001 editó la revista Sin embargo, dedicada al cuento literario. Fue el responsable de la edición de los cuentos completos de Fernando Quiñones, Tusitala (Páginas de Espuma, 2003). Sus relatos, traducidos a diez idiomas, están recogidos en numerosas antologías del género en Europa y Latinoamérica. (Tomado de Páginas de espuma)


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