HUMANIDAD
Cuarenta semanas de gestación. Falsas alarmas con idas y vueltas a la
clínica. Dieciséis horas de trabajo de parto, no se comparan con la velocidad
de la cesárea. Ahora nacemos unos días antes, en los minutos que tarda la
intervención quirúrgica. Ganamos tiempo, como con el microondas que cocina mediante la aceleración de moléculas. Esto nos demuestra que la humanidad se agiliza, que los segundos se
aprovechan y que, tal vez, estamos faltitos de horno.
LA AZOTEA
Se detuvo para recogerse el cabello
y recuperar fuerzas. Impulsó el cuerpo hacia los últimos escalones, segura de
que cada vez se volvía más pesado. No tanto por el desgaste de cargar el peso
escaleras arriba, acaso por el pánico que crecía a medida que avanzaba. Llegó a
la azotea como pudo, le ardía la espalda. Se movía lento, con el ritmo de quien
quiere demorar las cosas. Llevó al hombre hasta el borde del edificio. Se
detuvo y en un gesto mecánico arqueó el espinazo para aliviar el dolor, estaba
familiarizada con soportar la carga de ese cuerpo tan ajeno y tan cercano a
ella. Por última vez lo acarició como pidiéndose perdón. Cerró los ojos y, con
las manos apretando su pecho, se arrojó al vacío.
TENTACIÓN
Antes de la existencia del mundo que conocemos, las
almas convivían en un universo ideal. La única condición para permanecer allí
era mantenerse alejado de los horrores del manantial prohibido. Tentadas y
desobedientes, las almas se sumergieron en las aguas negadas desatando el caos.
Fueron expulsadas y condenadas a reencarnar en seres menos evolucionados,
confinados a un paraíso natural. La única condición para permanecer allí
era no comer las manzanas del árbol que crecía en el jardín del Edén. Pero
la historia se repitió. Consternado, el Creador decidió cambiar de estrategia y
ocultó la maliciosa entidad poniéndola fuera del alcance de todos. Lo enterró
en las profundidades y la llamó petróleo.
EL ORIGEN
El
pequeño deja de nadar al descubrir un cuerpo con las piernas abiertas. Entre el
miedo y la intriga gira para verle el rostro y con horror reconoce a su madre.
Intenta alejarse desesperadamente pero ya es tarde, su cabeza ha coronado y la
partera lo sostiene con firmeza.
APETITO
Tras
meses de sequía y escasez en el monte, hombre y puma se encontraron frente a
frente. Ambos coincidían en igual deseo: comer carne, y, en la lucha por
sobrevivir, alimentarse no les dejaba opción. Era matar o morir de inanición.
Intercambiaron miradas comprensivas y se abalanzaron el uno sobre el otro,
sabiendo que sería vencedor quien tuviese más hambre.
NO TODO LO QUE BRILLA
Inspirado
en su personaje favorito, Edgardo se hace el mismo corte de pelo que el
protagonista, imita sus gestos y reproduce la seductora sonrisa que supo
conquistar a tantas mujeres durante ocho temporadas. Sale a encarar la noche,
pero, con gran frustración, descubre que su pelo se ve ridículo, la sonrisa se
nota falsa y sus conversaciones resultan repetitivas. Entonces, Edgardo
comprende que no es fácil ser una persona fuera de serie.
QUÉ DIRÁN
En
aquella época era muy importante mantener las apariencias frente al médico.
Así, mi madre se esforzaba por llevarnos impolutos al consultorio. Nada de ir
sucios, despeinados o enfermos. No señor, mi madre jamás permitió una cosa
semejante.
LA AUTORA
Caro Fernández, Mendoza, Argentina. Formó parte de la edición argentina de
“¡Basta! Cien mujeres contra la violencia de género”, de “Brevedades, Antología
argentina de cuentos re-breves” (Manoescrita, 2013), de “El mundo de Papel,
Antología argentina de microrrelato infantil” (Universidad de Tucumán, 2013),
de “Cien páginas de amor” (Desde la gente, 2015), de “69. Antología de
microrrelatos eróticos” (Perú 2016), de “Vamos al circo. Minificción
hispanoamericana” (Fomento Editorial BUAP, México 2016). Publicó los libros cooperativos
“Con la Literatura no se juega” (Macedonia, 2012) y “Beber para contarla”
(Macedonia 2015). Escribió junto
a Leo a Mercado “Hacer el cuento, microcrónicas” (Macedonia, 2012) y “Volver a
hacer el cuento” (Scherezade, 2015). En 2015 publicó “Oíd el ruido de rotas
metáforas” (Macedonia,2016). Traducida al francés bajo el proyecto Lectures
dáilleurs, al inglés por el grupo Minifiction y al alemán por Esther Andradi
para la revista “Ila”. Coordinó el “Festival de Brevedades” en
la Feria del libro de Mendoza durante cinco años. Codirigió el Colectivo Triple
C (Cofradía del Cuento Corto). Actualmente es miembro fundadora de la REM ( Red
de Escritoras Microficcionistas
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