Palo viejo y
astilla
Patricia Nasello
(Argentina)
“¿Qué es un fantasma? …Un hombre que se ha desvanecido hasta ser
impalpable, por muerte, por ausencia, por cambio de costumbres.”
James
Joyce
El frio le cala los huesos. Da vueltas en la cama, enciende la luz y se
levanta. Cuenta los pasos que da cruzando una y otra vez el dormitorio en el
que duerme solo, ella se mudó al que ocupaban los chicos.
-Así vamos a estar más cómodos.
Comprueba que sus papeles están en orden, que cada media tiene su par,
que el cuadro con la foto de los dos sigue en su sitio. Se asoma a la ventana,
mira la noche.
Intenta en vano distraerse, lleva tres años aburrido, desde la
jubilación.
Vuelve la espalda a la luna.
Y lo ve.
Desnudo, tranquilo, sentado sobre las sábanas revueltas está el fantasma
del joven que él fue.
El visitante lo observa y él, de repente memorioso, recuerda todos sus
antiguos proyectos y deseos, y aquellas promesas y aquel sueño que nunca
confesó, porque, quizá, fuera irrealizable.
Recuerda las excusas.
Los ojos del otro continúan sobre él.
Siente que sus venas sufren la embestida de caudales extraños, como
olas. Y cuenta esas olas que rompen cruzando una y otra vez su propio torrente.
Demasiada sal raspando dentro que se agolpa en la garganta y hace que le
crezcan las ganas de excusarse frente al otro:
—Hice lo que pude —quiere decir. Grita, sin palabras. Aúlla como un
animal.
Sentado sobre las sábanas revueltas está el fantasma del joven que él
fue.
―¡Hice lo que pude! ―grita. Aúlla como un animal.
Un
llanto en la basura
Jorge
Jesus Barriga (Bolivia)
De noche cortaba camino por un basural clandestino, escuchó el llanto de
un bebe, un escalofrío le recorrió la espalda, pisó mal y resbaló hasta el
fondo, siguió el llanto hasta encontrarlo, lo cogió en brazos, y al ver su
carita: Una pequeña calavera con cuencas vacías le devolvió la mirada.
Gritó al tiempo que arrojaba los restos del bebe y sin poder reponerse
del susto, su mirada divisó una sombra al borde del barranco. Su corazón latía
con violencia. Levantó la mirada para estar segura y allí parada estaba una
mujer de negro que parecía estarla viendo. Empezó a subir por la pendiente,
haciendo un esfuerzo por no resbalar junto con la basura, usando también los
brazos, se dio la vuelta y la mujer bordeaba el basural para darle alcance,
ahogo un grito y redoblo los esfuerzos, alcanzó la cima y ganó velocidad. No la
vio, pero podría jurar que la mujer le pisaba los talones y que extendía los
brazos para atraparla, no se detuvo hasta llegar a su casa.
Día de muertos
Paola Tena (México)
El día de
difuntos el abuelo vino a
visitarnos. Mi abuela disimuló el asombro y le puso su lugar en la mesa, que
adornó con flores de cempasúchil y veladoras gordas de santos. Le sirvió un
plato de tamales y una taza de atole. Pero después de la cena el abuelo no se
quiso ir. Se sentó en su sillóny cogió el periódico. Mis primos se reían y
preguntaban: «¿no que el abuelo se murió en la guerra?» Él se enfadaba y les respondía que estaban locos, qué muerto
habían visto que le gustara tomar atole leyendo el periódico. Mi abuela sonreía
feliz y hacía como que no entendía nada, y siguió disimulando desde aquel día
de muertos, en que los tamales y el atole se enfriaron en la mesa.
¡Un
fantasma!
Elmer
Ruddenskjrik (España)
-Aquí no hay fantasmas, los fantasmas no existen, no hay por qué tener
miedo. Mira, aquí nadie nos molesta, y tenemos mil sitios por explorar.
A pesar de las palabras de su amigo, Tomás sentía un tremendo recelo.
Aquel colegio desahuciado llevaba décadas sin usarse: retorcidas y feas
pintadas sobre algunas paredes desconchadas, puertas desaparecidas o medio
colgadas de una o dos bisagras dobladas, suelos de baldosas descolocadas aquí y
allá… Y lo más extraño, grandes agujeros en las paredes que daban al exterior o
hacia alguna de las aulas, como si el lugar hubiera sido atacado con potentes
explosivos.
Tomás veía que Jaime parecía exaltado ante las posibilidades de libertad
de movimiento que el inmenso edificio les ofrecía… Pero él solo calculaba la
cantidad de espacios tremendamente oscuros que les estarían esperando. Mientras
se movían avanzando por un pasillo hasta las escaleras centrales que permitían
acceder a las dos plantas superiores, escuchaba crujidos de madera y hasta de
baldosas sueltas o rotas en lo profundo de las aulas vacías, allí donde una
maraña de sombras se enzarzaba en cruenta batalla con los rayos de sol. Si no
había fantasmas, ¿por qué el lugar parecía removerse en sonidos tan aleatorios?
¿Por qué, incluso en la más pequeña habitación, si uno permanecía quieto y
callado, se sucedían los golpeteos y chasquidos más imprevisibles?
“Aquí no hay fantasmas”, había dicho Jaime al internarse en el antiguo
colegio. La conclusión de Tomás era: ¿existe algún lugar donde no los haya?
Envuelto en sus cavilaciones, siguió los pasos de Jaime hasta la segunda planta
del edificio. La luz del sol les envolvió desde los socavones en las paredes y
las ventanas rotas.
-¡Un fantasma! -gritó Jaime, señalando hacia más allá de sus espaldas,
con una genuina cara de espanto.
Tomás gritó exageradamente, sugestionado como se encontraba. Se volvió
con prematuro horror mientras retrocedía con atropello, alejándose de las
oscuras escaleras. Trastabilló, tropezó con el filo de alguna baldosa
descolocada, creyó caer hacia el suelo y, de pronto, se sintió en caída libre.
-¡Tomás! -oyó que le llamaba Jaime, con un extraño tono entre la
tristeza y el espanto. Un espanto verdadero esta vez.
Asepsia
Karla Barajas
(México)
Lavaba con ácido el baño. Trapeaba con
cloro la casa, limpiaba las superficies con desinfectante. Al principio temía
tanto a los ácaros, los gérmenes y las bacterias que soportaba estoicamente la
irritación en las vías respiratorias, la inflamación en la garganta y la
dificultad para respirar que le provocaban los líquidos de limpieza.
Le decían que tenía el síndrome
del ama de casa, pero el enfermero no está casado, ni ama limpiar su hogar, sin
embargo, descubrió que el olor a cloro alejaba el hedor a enfermo y a muertos
que sentía en el hospital y que por alguna razón comenzó a oler en su casa. A
veces el olor era tan fuerte que hasta los fantasmas que lo seguían, se
alejaban de su vivienda.
Estar
Vivas
Carmen
Cano (España)
-Ya está aquí, como todas las tardes.
-No le tengas miedo.
- ¿Y por qué vienen a mirar nuestra lápida?
-No puede hacernos nada. Ella está viva.
- ¿Recuerdas cómo era estar vivas? Casi lo he olvidado.
-Era un peso en el alma, el dolor en los huesos y en la piel.
-Solo sé que sufrimos mucho y que nuestro dolor final fue cruel. Por eso
temo recordar.
-Ella no sabe, pero el monstruo la vigila.
Pronto se reunirá con nosotras y podremos descansar las tres.
El Fantasma
Rodolfo Lobo Molas (Argentina)
Cansado ya que, como todos los años en la noche del
31 de octubre, el vecino, le gastara con frecuencia la misma broma de hacerse
pasar por un alma en pena, lo esperó escondido detrás del rosal del jardín y
cuando apareció la fantasmal figura le atestó un fuerte garrotazo. Bajo la luz
del farol, vio que la sábana caía plegándose en el suelo hasta quedar plana.
Fue entonces cuando sintió que, desde atrás, le
tocaban el hombro.
Transfiguración
Eliana Soza Martínez (Bolivia)
Despertó espantado
por aquella pesadilla. No podía recordarla, pero le costaba respirar y sentía
el miedo incrustado en sus entrañas. Trató de volver a dormir, no pudo. Vio el
amanecer, y sintió que algo había cambiado en su espíritu.
Se levantó, al
intentar prepararse café y alcanzar el azucarero no fue necesario estirar la
mano, éste voló hacia él. Dio un salto atrás, no podía creerlo, intentó lo
mismo con la cucharilla y funcionó.
Toda la noche estuvo
haciendo trucos en su cuarto de universitario. En los siguientes días fue
descubriendo poderes de los que solo había soñado como levitar y el más
impresionante, la invisibilidad.
Quedó tan extasiado
con sus nuevas habilidades, que ni se dio cuenta que pasó dos días sin comer ni
dormir, encerrado en su cuarto. Al estar consciente de esto se sintió cansado y
cerró los ojos apenas por un instante. Al abrirlos, estaba en un lugar
desconocido, con todos sus amigos sentados alrededor, quiso contarles sobre sus
poderes, pero nadie lo veía ni escuchaba; solo hablaban en voz baja. Su familia
lloraba frente a una foto suya, situada delante de un féretro.
LOS AUTORES
Patricia Nasello
(1959, Argentina). Publicó los libros de
microrrelatos Una mujer vuelta al revés (2017,
Macedonia), Nosotros somos eternos (2016, Macedonia) y El
manuscrito (2001, edición de autor). Maestrante en la Universidad de
Salamanca: Maestría en Escritura Creativa. Participó en antologías, periódicos
y revistas culturales (soporte papel) en Argentina, México, España, Perú,
Rumania, Venezuela y Bolivia.
Trabajos suyos han sido traducidos al francés,
italiano, rumano e inglés. Coordina Talleres de Creación Literaria. Desde el
año 2014 administra Piedra y nido, antología digital de minificción
(más de doscientos cincuenta escritores publicados de veinticuatro
países). http://piedraynido.blogspot.com
Miembro, junto a Sergio Astorga (México/ Portugal), del comité editorial
de Brevilla, revista digital de minificción. Dirige, Lilian
Elphick (Chile). Contadora Pública por la Universidad Nacional de Córdoba.
Bitácora personal:
Jorge Jesús Barriga
Sapiencia
Nació Potosí 19 de enero de 1979. Licenciado en Comunicación Social
egresado de la Universidad Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de
Chuquisaca con una maestría en Comunicación y Nuevas Tecnologías de la
Educación en la Universidad Andina Simón Bolívar.
Interesado en la escritura de guiones cinematográficos tomó varios
cursos sobre el tema. Uno de sus guiones forma parte del libro digital “Cómo se
escribe un guion: doce guiones de cortometraje” del guionista español Ramón
Aguyé.
Forma parte de “Macabro Festín” Antología de cuentos de terror de la Editorial
Soy Livre. Así mismo dos de sus cuentos: “Moneda al aire” y “La máquina” se han
incluido en las antologías de cuentos de “Paradojas” y “Onomatopeyas” en sus
versiones electrónicas y audiorevistas de la Página Web de literatura Historias
Pulp de España. El cuento “Las Vacaciones” aparece en la antología “Los Gatos”
de la revista de literatura Aeternum de Perú, en el portal de descarga de
libros digitales Lektu. Finalmente el cuento “El cobertizo de las horas” forma
parte de la revista latinoamericana de ciencia ficción “Espejo Humeante” año 2
número 3 junio del 2019.
PAOLA TENA
(México, 1980). Pediatra de profesión y escritora por afición, ha sido
ponente en sesiones dedicadas a la animación a la lectura y divulgación del
género minificcional. Imparte talleres de Escritura Creativa y elaboración de
fanzines. Ha publicado algunos de sus microcuentos en antologías del género
(Señales mínimas, Madrid, 2012; Erase una vez… un microcuento, Madrid, 2013;
Saborea la locura, Barcelona, 2013; Vamos al circo, Cd. de México, 2017 y Las
musas perpetúan lo efímero, Lima, 2017; Cortocircuito, Puebla, 2018;
Resonancias, Puebla, 2018), además de contar con varias publicaciones en
fanzines, digitales y participar de manera activa en las redes sociales www.facebook.com/microficciones.
“Las pequeñas cosas” (Ediciones La Palma, 2017), es su primer libro.
KARLA GABRIELA BARAJAS
(Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 1982). Ha publicado minificciones en
las antologías Cuéntame un blues. Antología de Minificciones (Editorial
La Tinta del Silencio, 2013); Cortocircuito. Fusiones en la minificción (Universidad
Autónoma de Puebla, 2017).Publicó Neurosis de los bichos (Colección
Minotauro, La Tinta del Silencio, 2017), Esta es mi naturaleza (Editorial
Surdavoz, 2018).Colaboraciones suyas han sido incluidas en la Antología Virtual
de minificción (José Manuel Soto, coordinador); Microrrelato o minificción del
día (Gabriel Ramos Zepeda, coordinador); revista La Piraña; Plesiosauro.
Primera revista de ficción breve (Perú, 2017); Consultario.
Suplemento de cultura (2017); “Imaginario Fantástico” de la revista
Fantastique (2017); Alquimia Literaria (España,
2017-2018); Revista Brevilla (Chile, 2018); Argonauta.
Revista Cultural del Bajío (México, 2018).
http://www.cuartopoder.mx/gente/la-naturaleza-de-karla-barajas/239334
http://www.cuartopoder.mx/gente/la-naturaleza-de-karla-barajas/239334
Elmer
Ruddenskjrik
Biografía no va a ser porque no hay nada
relevante que señalar. Baste decir que le dedico el suficiente tiempo y
esfuerzo a lo que escribo como para encontrarlo merecedor de su lectura. Co
fundador de la Página Historias Pulp junto a María Larralde. Cuentos publicados
en diversas Antología. El resto de mis obras, las encontraréis en facebook,
accediendo a mi perfil, o visitando la página Historias Pulp: http://historiaspulp.com
CARMEN CANO
Valencia (España). Licenciada en Filología Hispánica. Publica
microrrelatos en las webs de 50palabras, ENTC y cincopalabras.com, relatos en
diversas antologías: ¡Que entre la luz! (libro solidario
contra la violencia de género y el maltrato infantil), Cuentos de las
Estaciones (del colectivo Valencia Escribe), Entintados (del
Aula de Letras de Barcelona), Hay esperanza (libro solidario
contra el cáncer). Finalista en el Concurso de RENFE Madrid (2017),
seleccionada en la Antología Canyada d’Art (2017), finalista
en la Antología Canyada d’Art (2018).
Como poeta ha sido ganadora del 2 Premio y de un Accésit del grupo Numen (Comunidad Valenciana, 2016 y 2017), Mención Especial del Público en el V Concurso de Poesía José García-Nieto (2018)
Como poeta ha sido ganadora del 2 Premio y de un Accésit del grupo Numen (Comunidad Valenciana, 2016 y 2017), Mención Especial del Público en el V Concurso de Poesía José García-Nieto (2018)
Rodolfo Lobo
Molas
De auténtica
sangre catamarqueña, nació en 1954, es Poeta, Escritor, Piloto Comercial de
Avión, Piloto de Planeador, Locutor, Periodista. Es miembro de la SADE,
Sociedad Argentina de Escritores. Ha publicado el libro Catamarca, Ensueño y
Leyenda, (ensayo) editado por la Universidad Nacional de Catamarca, y el libro
de poesía Los pájaros de la lluvia, ha sido seleccionado y ha participado de
más de una docena de antologías nacionales e internacionales de poesía, cuentos
y microficciones y ha obtenido diversos premios literarios, entre ellos, en
2012 ganó el 1º Premio del III Concurso de Cuentos y Relatos de la Sociedad
Italiana de San Pedro, Buenos Aires, En 2013 obtuvo el 1° premio del VIII
Certamen Nacional de Sonetistas y el 3° premio del II Certamen de Microrrelatos
de Bialet Massé, Córdoba, Argentina. Ha sido seleccionado para integrar ocho
antologías de Microrrelatos en España, ha recibido la “Distinción al Mérito San
Fernando”, por su actividad literaria, otorgada por la Municipalidad de la
Ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca y el “Reconocimiento al Aporte de
las Artes”, del Poder Legislativo de Catamarca. Ha sido invitado a diversas
Ferias del Libro y Encuentros literarios en diferentes puntos del país. Tiene
varios libros inéditos de poesía, microficciones y cuentos además de algunos
ensayos y un Diccionario de Voces catamarqueñas de pronta aparición. Organizó y
condujo diversos cafés literarios y programas de radio y televisión de temática
cultural.
Eliana Soza Martínez
(Potosí – Bolivia) Antología Iberoamericana de
Microcuento (2017) compilador Homero Carvalho. Armario de letras (2018),
Editorial Caza de Versos México. Primer libro de cuentos Seres sin Sombra
(2018). Antología de cuentos de terror Macabro Festín (2018) Editorial “Soy
libre”. Junto a Ramiro Jordán libro de microficción y poesía
Encuentros/Desencuentros (2019).
Antologías: Cuentos Fuera de Serie (2019) compiladores: Adolfo Cáceres
Romero y Homero Carvalho Oliva; Escritoras bolivianas contemporáneas (2019)
Rossemarie Caballero Vega, Amalia Decker y Marcia Batista Ramos compiladoras,
Editorial Kipus. Bestiarios, antologías
de microficción, Ediciones Sherezade Chile (2019).
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