EL OTRO
El niño mira desde detrás de su ventana. Sus ojos buscan al otro niño igual a él, que vive en algún lugar de este mundo. Él lo sabe muy bien y está seguro de que en algún momento se encontrarán.Está confinado a la habitación de grandes ventanales. Su madre dice que esta enfermedad terminará en algún momento en un tiempo que no es este.Él cree que ese otro niño igual a él está sano y juega a las escondidas con otros niños. Sabe, también, que ese niño explora y conoce mundos que él sólo puede imaginar.
EL ERMITAÑO
Sostiene el cuchillo con firmeza y lo inserta entre la carne y el hueso. La sangre brota y empalaga la mano que sostiene el cuchillo. Hay un eco como de tambores que se sienten en el cuerpo y martillean las sienes. Despedazar un cuerpo no es tarea sencilla. Separa huesos, entrañas y carne. Los acomoda en bolsas negras de residuos. Quiere hacer un trabajo prolijo pero la sangre es como la pintura en un bote que ha sido pateado sin querer. Se esparce por todos lados y no escurre. Todo lo mancha, todo lo pinta con su intensidad. Todo es rojo. Incluso los huesos.La fuerza y la firmeza en los cortes flaquean. Lo que comenzó como una profunda incisión de desguace se convirtió en un macheteo improlijo y salvaje.Los recuerdos de aquella madrugada no le permiten caminar tranquilamente por las calles de la ciudad, por ello se mudó a la casita de la montaña y vive a base de meditación y soledad.
COLORES
Neil había nacido sin poder percibir los colores. Su mundo era en blanco y negro. Quienes sabemos de colores y los percibimos, no podemos dimensionar su importancia. Desde vestirse hasta comer son experiencias sensoriales en las que los colores nos motivan o nos deprimen. Dice que era como vivir en una película de Chaplin.Unos científicos le construyeron un artefacto, que ahora es parte de su cuerpo (acaso la versión contemporánea de hacer pactos con el diablo o pedirle tres deseos a un genio de la botella). Ahora puede “escuchar” los colores. Juega con los sonidos y la mirada. Se intensificaron sus sensaciones y el placer más grande es el de salir a escuchar los colores que lo rodean. Imagínate lo que debe ser ir al supermercado o a una galería de arte. Conciertos de colores.Cierta vez, se detuvo ante una mujer que hacía música en la calle. Neil podía ver los colores de esa música. También los colores de la mujer, de su rostro, de su cuerpo. Toda ella emitía una música particular. Para él, eso era el cielo.Una música desconocida que lo hacía viajar.
EL JARDÍN
Cortar las hierbas del jardín la entristecía. Se sentía una asesina porque hasta las malas hierbas tienen vida. Pero las ramas voluptuosas de las plantas le impedían entrar en la casa. Se iban devorando día a día el espacio que quedaba para ingresar al comedor. De a poco, iban encerrándola afuera de su casa. Es por eso que decidió entre la vida de las plantas y la suya. Para no ser libre, sino para encerrarse adentro del hogar.
CAMILA
Dicen que
Camila perdió la vida. ¿Dónde la perdió? ¿La dejó olvidada en algún lugar que
no recuerda?
Alguien se la
arrebató, no la perdió. La mataron brutalmente. La descartaron como se descarta
el envase de un yogurt o de una golosina. Usaron su cuerpo y se llevaron su
vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario