> Letras Itinerantes: (54)ILDIKO NASSR

domingo, 26 de enero de 2020

(54)ILDIKO NASSR





EL OTRO

El niño mira desde detrás de su ventana. Sus ojos buscan al otro niño igual a él, que vive en algún lugar de este mundo. Él lo sabe muy bien y está seguro de que en algún momento se encontrarán.Está confinado a la habitación de grandes ventanales. Su madre dice que esta enfermedad terminará en algún momento en un tiempo que no es este.Él cree que ese otro niño igual a él está sano y juega a las escondidas con otros niños. Sabe, también, que ese niño explora y conoce mundos que él sólo puede imaginar.



EL ERMITAÑO

Sostiene el cuchillo con firmeza y lo inserta entre la carne y el hueso. La sangre brota y empalaga la mano que sostiene el cuchillo. Hay un eco como de tambores que se sienten en el cuerpo y martillean las sienes. Despedazar un cuerpo no es tarea sencilla. Separa huesos, entrañas y carne. Los acomoda en bolsas negras de residuos. Quiere hacer un trabajo prolijo pero la sangre es como la pintura en un bote que ha sido pateado sin querer. Se esparce por todos lados y no escurre. Todo lo mancha, todo lo pinta con su intensidad. Todo es rojo. Incluso los huesos.La fuerza y la firmeza en los cortes flaquean. Lo que comenzó como una profunda incisión de desguace se convirtió en un macheteo improlijo y salvaje.Los recuerdos de aquella madrugada no le permiten caminar tranquilamente por las calles de la ciudad, por ello se mudó a la casita de la montaña y vive a base de meditación y soledad.



COLORES

Neil había nacido sin poder percibir los colores. Su mundo era en blanco y negro. Quienes sabemos de colores y los percibimos, no podemos dimensionar su importancia. Desde vestirse hasta comer son experiencias sensoriales en las que los colores nos motivan o nos deprimen. Dice que era como vivir en una película de Chaplin.Unos científicos le construyeron un artefacto, que ahora es parte de su cuerpo (acaso la versión contemporánea de hacer pactos con el diablo o pedirle tres deseos a un genio de la botella). Ahora puede “escuchar” los colores. Juega con los sonidos y la mirada. Se intensificaron sus sensaciones y el placer más grande es el de salir a escuchar los colores que lo rodean. Imagínate lo que debe ser ir al supermercado o a una galería de arte. Conciertos de colores.Cierta vez, se detuvo ante una mujer que hacía música en la calle. Neil podía ver los colores de esa música. También los colores de la mujer, de su rostro, de su cuerpo. Toda ella emitía una música particular. Para él, eso era el cielo.Una música desconocida que lo hacía viajar.



EL JARDÍN

Cortar las hierbas del jardín la entristecía. Se sentía una asesina porque hasta las malas hierbas tienen vida. Pero las ramas voluptuosas de las plantas le impedían entrar en la casa. Se iban devorando día a día el espacio que quedaba para ingresar al comedor. De a poco, iban encerrándola afuera de su casa. Es por eso que decidió entre la vida de las plantas y la suya. Para no ser libre, sino para encerrarse adentro del hogar.


CAMILA
Dicen que Camila perdió la vida. ¿Dónde la perdió? ¿La dejó olvidada en algún lugar que no recuerda?
Alguien se la arrebató, no la perdió. La mataron brutalmente. La descartaron como se descarta el envase de un yogurt o de una golosina. Usaron su cuerpo y se llevaron su vida.

PECES

-Hay que hacer un bollito con la masa y cubrir todo el anzuelo, porque si no los pescados se dan cuenta y no pican.La niña le explica al cuidador que es un experto en temas de caza y pesca. Él quisiera corregirla. Decirle que mientras están en el agua son peces, pero la escucha atentamente.Ella ha sacado quince sardinas en una hora y él sólo dos. Definitivamente, tiene magia. Le había preguntado cuál era su secreto y ella comenzó una larga explicación sin sentido. Quisiera callarla. Sería muy fácil quebrar ese cuello tan frágil y desmembrar la. Le sacaría las vísceras como a los pescados que los dueños de las casas le daban a limpiar. Eran muy ricos para ensuciarse las manos ellos mismos. Y pagaban para que alguien más hiciera el trabajo sucio.¿Cuánta sangre habrá en ese cuerpito? Tiene el delantal puesto, así que lo que salpique lo podrá limpiar fácilmente. El resto se mimetiza con la sangre de los pescados. Nadie extrañaba a una mocosa fastidiosa.Mientras se acerca a ella, con sus intenciones claras, la niña detiene su persona y lo mira fijamente. Es considerable la diferencia de altura entre ambos. Las manos curtidas se acercan al cuerpecito cuando ella grita: mamá, viniste a buscarme.



SIETE SEGUNDOS

Siete segundos son los que tarda en morir un cuerpo que ha sido arrojado por la horca. Siete segundos que marcan la diferencia entre la vida y la muerte en la que el cuerpo oscila como un péndulo en un espectáculo para ningún espectador. Siete segundos en los que la agonía se exacerba y se pone en duda la decisión tomada. Son eternos siete segundos, suficientes para contemplar la película de una vida.



LA AUTORA


Ildiko Nassr

(Río Blanco, Jujuy, Argentina, 1976) ha publicado libros de poemas (Reunidos al azar, 1999; La niña y el mendigo, 2002; y en coautoría Ser poeta, 2007), de cuentos (Vida de perro, 1998) y de microrrelatos (Placeres cotidianos, 2007 y 2011), (Animales feroces, 2011), (Ni en tus peores pesadillas, 2016), (Placeres cotidianos, colección breves y extraordinarios, 2017), (Los hermanos mayores, 2017) e (Hilos dorados, en coautoría, 2017), (Urgencias, disimulos y rutinas, 2019). Sus microrrelatos han sido incluidos en las mejores antologías y recopilaciones de microficción hispanoamericanas.

No hay comentarios.: