> Letras Itinerantes: (26) Microcuentistas mexicanas I

miércoles, 17 de abril de 2019

(26) Microcuentistas mexicanas I

(26) Microcuentistas mexicanas I



VÍAS
Azucena Franco

En una época los durmientes fueron muy importantes y de gran valía en el mundo, todos formados en fila, tenían un enorme trabajo: sostener el pesado ferrocarril que, a largas distancias, trasladaba pasajeros, combustibles, mercancías.
    Aunque eso había sido mucho tiempo atrás. Pasaron décadas sin que ninguna locomotora los transitara. Apacibles, recordaban que el trabajo realizado, lo habían hecho con el gusto de colaborar con las necesidades humanas y las del planeta (porque, para todo lo que se lograba transportar con el tren, el desperdicio arrojado era mínimo).
    Una tarde aquellos maderos, por primera vez, se sintieron atrapados, cayeron en la cuenta de que una vía los aprisionaba, al haber perdido su razón de ser, decidieron liberarse. Aunque les costó un gran esfuerzo, poco a poco fueron sacando los grandes tornillos que los ataban al cinturón de fierro. Al rato estaban todos descansando en el campo, desperdigados, tomando el sol. Los durmientes, al fin libres, siguieron durmiendo.

ANGÉLICA SANTA OLAYA
MIÉRCOLES DE CENIZA

-Ven mañana a las seis. Manolo se fue de su casa. Necesito un monaguillo. Susurró el sacerdote acercando sus gruesos labios a la oreja de Juan.
    -Polvo eres y en polvo te convertirás. Añadió en voz alta y estampó en la frente del niño el sello con las cenizas, aún tibias, de Manolo.

TERCERO, NO ESTORBAR

Cuando el lobo vio al cazador le dijo: "¡Qué escopeta tan grande tienes!"... y el cazador respondió: "Es para comerte mejor"... Caperucita, decepcionada, tomó su canasta y salió...

DIA DE CAMPO
Crista Aun

Los niños corren por el bosque, juegan a perseguirse, fingen que vuelan. Algunos se tumban en el césped y descubren figuras en las nubes, otros trepan árboles e imaginan que viven en las copas; cantan e inventan historias de piratas y criaturas fantásticas. Todo en el paraje invita a la dicha, a olvidarse del mundo real, a disfrutar la maravilla que representa la infancia, todo, menos el “clic” que los trae de vuelta a la realidad, el sonido metálico y paralizador que se escucha cuando detona una mina enterrada.

DE SANGRE AZUL
Judith Castañeda Suarí.

Voy a limpiarlo en cuanto acabe de pintar el cuarto, dijo después que los vecinos señalaron el camino de huellas azules a medio patio, la brocha todavía goteando pintura. Por la noche, más de tres Pegasos nacieron de esas huellas y abriendo unas alas ultramar, se perdieron en el índigo del cielo.

FOTOGRAFÍAS
Adriana Azucena Rodríguez

La costumbre de fotografiar a los muertos terminó cuando éstos comenzaron a sonreír, a guiñar el ojo y hasta a mandar besos a la cámara. Dos hermanos que tenían fama de bromistas, muertos el mismo día durante un derrumbe, tuvieron el descaro de ponerse, uno al otro, una ridícula seña con la mano que simulaba unos cuernos. Y como para los vivos la muerte es cosa seria, la costumbre desapareció y, ocupó su lugar la de cubrir los espejos con sábanas viejas, para así evitar que los difuntos se acicalaran antes de posar para una foto que siguieron reclamando durante algunos años.


UNA OCASIÓN ESPECIAL
Paola Tena

     La anciana fumaba en el balcón porque su marido no soportaba el olor a cigarro en las habitaciones. Seguía haciéndolo en el balcón a pesar de ser viuda desde hacía diez años, porque si fumara dentro sería como un dejar ir al amado esposo y empezar a olvidarlo. Un día tocó a la puerta una rubia con cara de mal agüero y cuerpo de nube negra.
     -¿Está don Pedro?
     -¿Qué quería? - contestó recelosa la anciana.
     -Soy su hija.
     A la deriva en el soponcio que le dio escuchó la historia de la rubia. Su madre se había negado toda la vida a revelarle dónde encontrar al padre y solo le dijo su nombre. Ella le escribió a todos los Pedro Pérez que conocía, sin obtener respuesta. Solo en el lecho de muerte la madre le confesó cuál de esos Pérez era el suyo. ¡Mi marido se llamaba Pascual!, dijo por toda respuesta cuando le cerraba la puerta en las narices a la rubia. Entonces se sentó en la mecedora de su Pedro, encendió un habano que guardaba para una ocasión especial y empezó a fumarlo poco a poco dando largas caladas, mirando entre las volutas de humo el rostro difuminado de su ahora bien difunto marido.

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Marcia Ramos

En aquellos tiempos, los robots recorrían las calles sobre caballos robustos mientras tocaban sus cornetas y quemaban a todo científico que buscaba dar la cura a la ignorancia. Los seres humanos idiotizados miraban el reloj esperando el apocalipsis mientras los alacranes consumían sus carnes y los mares arrasaban con los árboles. Las sirenas solo miraban complacidas el exterminio de los hombres.


 LAS AUTORAS

AZUCENA FRANCO

 Nació en la Ciudad de México. Es Maestra en Literatura Latinoamericana por la Facultad de Filosofía y Letras. Ha participado como ponente en temas literarios en congresos nacionales en la UNAM e internacionales en Tenerife, Berlín, Valparaíso, Bogotá. Es autora de Corpus cantus, colección Minotauro núm. 5, La tinta del silencio, además de haber publicado cuentos y minificciones en una docena de antologías.

CRISTA AUN

Culiacán, Sinaloa. México. (1971) Lic. en Educación. Ha publicado cuento y minificción en diversas antologías y revistas literarias. Su obra también aparece en la Antología Virtual de Minificción Mexicana y en la Antología Internacional de Minificción Piedra y Nido. Primer lugar Microcuento GDLee 2015. Mención especial en el I Premio de Ciencia Ficción Fahrenheit 2015. Primer lugar Encuentro de Minificción Raúl Aceves 2017. Finalista del II Certamen Nacional de Cuento Nada que fingir 2017. Tercer lugar de III Certamen Literario Internacional Pretextos por Escrito 2017. Finalista del II Concurso Internacional de Cuento Breve Todos somos migrantes 2017. Fue seleccionada en el Programa de Publicaciones 2018 del Instituto Sinaloense de Cultura, para la serie Ex Libris, en la categoría de cuento, con la obra “Madre en llamas” (2019). Mención honorífica en el Concurso Nacional de Creación Literaria 2018

ANGÉLICA SANTA OLAYA

 1962, ciudad de México, poeta, escritora, periodista, dramaturga, historiadora y maestra de la ENAH y de la Universidad del Claustro de Sor Juana. Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva egresada de la UNAM, ENAH y Escuela de Escritores SOGEM-XXXV. Becada por el CONACYT para la Maestría en Historia y Etnohistoria. Primer lugar en dos concursos de cuento breve e infantil en México (1981 y 2004). Segundo lugar V Certamen Internacional de Poesía "Victoria Siempre 2008" (Argentina). Encuentros literarios en México, Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, Emiratos Árabes Unidos, Cuba y España.
Publicada en numerosas antologías latino e iberoamericanas de ensayo, minificción, cuento, poesía y teatro así como en diversos diarios y revistas nacionales e internacionales en América, Europa y Medio Oriente. Autora de una docena de publicaciones propias de poesía, cuento, minificción y novela. Libros: Habitar el tiempo, Miro la tarde, El Sollozo, Dedos de agua, Aprendizaje del Aire (traducción), El lado oscuro del espejo, Árbol de la Esperanza, Sala de Esperas, De Leyenda, Rumor de Arcilla en Texturas Poéticas, 69 Haikus, Bajo la Sombra del Encino y Feisbuqueo luego existo. Revistas: Alforja, Siempre!, Navegaciones Zur, El Universo del Búho, Solar, Plan de los pájaros, Yuku Jeeka, Gaceta Literal, El puro cuento, Parteaguas, Carajo, Fórnix, Letras en rebeldía, Registro, Nord Literar, Panorama da Palavra, Archipiélago, Quimera, entre otros.
Su libro 69 Haikus fue el primer libro de literatura mexicana presentado y difundido en Emiratos Árabes Unidos en 2015. Jurado de importantes concursos de poesía nacionales en México. Participó del Primer Recital Hispano-Árabe de Poesía de la Feria Internacional del Libro de Abu Dhabi 2015 y del evento internacional Poetic Heart 2015, Poesía por la paz, representando a México, en Dubai. Homenajeada en 2015 por la Universidad Autónoma del Carmen. Traducida al rumano, portugués, inglés, italiano, catalán y árabe.

JUDITH CASTAÑEDA SUARÍ

 Ciudad de México, 1975. Técnico en química industrial y alumna en los talleres literarios de Alejandro Meneses, Beatriz Meyer y José Prats. Ha publicado en suplementos culturales de circulación local, en la revista Crítica y en antologías de cuento y minificción como Lados B, de Nitro/Press, Antología virtual de minificción mexicana y Ráfaga imaginaria, publicada por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Autora de los libros de cuento Dios de arena y Aire negro.

   PAOLA TENA

(1980, México). Pediatra es su identidad “oficial”, escritora es su personalidad no tan secreta. Ha publicado microcuentos en varias antologías y revistas dedicadas al género minificcional. Ha sido ponente en sesiones de animación a la lectura e imparte talleres de Escritura Creativa y elaboración de fanzines. Es autora de varios fanzines relacionados con el mundo de la literatura. Las pequeñas cosas fue su primer fanzine, que prestó su nombre al hermano mayor Las pequeñas cosas (Ediciones La Palma, 2017), su primer libro.

ADRIANA AZUCENA RODRÍGUEZ
 (México) es doctora en Literatura Hispánica por el Colegio de México. Actualmente es profesora-investigadora de la Licenciatura en Creación Literaria de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Ha publicado los libros de cuento La verdad sobre mis amigos imaginarios (Terracota, 2008), De transgresiones y otros viajes (Samsara, 2012), Postales. Mini-hiper-ficciones (Fósforo, 2012) y La sal de los días (BUAP, 2017). También es autora de textos de teoría y crítica: Coincidencias para una historia de la narrativa mexicana escrita por mujeres (UNACH, 2016) y Las teorías literarias y el análisis de textos (UNAM, 2016).

MARCIA RAMOS LOZOYA

 Nació en Tijuana. Es Lic. Lengua y literatura hispanoamericana, Maestra en Educación, estudió un Diplomado en Políticas Públicas de la Juventud y un Diplomado en Creación literaria. Ha publicado en diversas revistas y antologías como Antología de minificción mexicana, Antología de literatura hispanoamericana ¿Vamos al circo?, Antología de microficcionistas mexicanas: Las musas de lo efímero. Tiene publicado su libro Las calles hablan y su más reciente de narrativa Brevedades infinitas. Próximamente saldrá su nuevo libro Diles que no nos vean





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